EE UU despliega su influencia
Debate cerrado por falta de participantes. La independencia de los mercados europeos respecto de los estadounidenses, que algunos plantearon hace unas semanas, es imposible. Carpetazo, por tanto, al asunto. No hay discusión posible. En las últimas horas Wall Street ha vuelto a desplegar toda su artillería bajista y los mercados del mundo han sucumbido a la presión, hasta situarse en zona de mínimos del año.
En Europa no se han producido dimisiones de impacto, como la del presidente de Tyco. Tampoco suicidios aparentes de altos responsables empresariales, como el del vicepresidente de la energética El Paso. Muchos valores europeos, principalmente los más capitalizados, registraron ayer, sin embargo, tortazos sonoros, como si les fuera la vida en juego.
Asumido que hoy, como ayer y como mañana, los mercados estadounidenses tienen una capacidad de contagio sin límites con el resto de las Bolsas del mundo, lo importante ahora es tratar de averiguar cuál es el recorrido potencial a la baja del S&P 500 y del Nasdaq, que el Dow Jones sólo cuenta ya en los telediarios y no figura como referencia en los dietarios de los mejores analistas.
La crisis de valoraciones excesivas de estos mercados pasa factura. Los multiplicadores siguen altos, pero cada vez, claro está, con menores recorridos a la baja en potencia. Los resultados del primer semestre volverán a ser clave en este proceso, porque son los que permitirán calcular las primas de riesgo y los PER previstos para el cierre del año.
Los observadores destacan que es importante prestar atención a este fenómeno, porque los mercados europeos están muy infravalorados a los niveles de precios actuales. Es decir, serán los de mejor comportamiento cuando las cosas se tranquilicen en Estados Unidos.