Anticipar resultados será clave
Junio se ha estrenado en las Bolsas sin la referencia de la de Londres. Para los gestores españoles este hecho fue ayer determinante, también lo será hoy, porque a través de la City se canalizan la mayor parte de los flujos de los inversores extranjeros.
El festivo en aquella plaza tiene, asimismo, una significación especial, porque en las última sesiones de la semana pasada se registraron posiciones de extranjeros netamente vendedoras, aunque sin especial violencia, porque, entre otras cosas, el peso de la inversión foránea en nuestro mercado se ha reducido de manera considerable en los últimos cuatro años.
Junio se estrena con mal sabor de boca entre los participantes del mercado debido a la acumulación de pérdidas registradas desde enero. Es el mes que sirve de cierre del primer semestre, un periodo de tiempo que, desde siempre, ha sido especialmente seguido por los profesionales del mercado y por los gestores de fondos. La estadística demuestra, con harta frecuencia, que lo que no se ha podido conseguir en la primera parte del año resulta difícil de materializar en la segunda, salvo que concurran situaciones excepcionales que provoquen cambios drásticos en las tendencias de fondo.
Lo importante a corto plazo volverán a ser, de nuevo, las advertencias sobre resultados semestrales. Los responsables de la emblemática Intel hablarán el jueves con los analistas de Wall Street. Lo importante, dicen los expertos, será el sesgo futuro, las apreciaciones sobre resultados venideros. Entramos, por tanto, en la épocas de las advertencias, que tantos disgustos han dado en los últimos dos años y medio.
Una vez más será de vital importancia adelantarse a los acontecimientos y, si cabe, acertar en los resultados semestrales de las empresas cotizadas más representativas.