Bruselas estudia incluir el ahorro de gastos en el nuevo reglamento de fusiones
El comisario europeo de Competencia ha participado en una conferencia de la Cámara británica de Comercio sobre la reforma de las normas europeas para el control de las fusiones, que la Comisión inició hace un año, donde ha informado sobre las aportaciones recibidas de los empresarios, sindicatos, organizaciones de consumidores y las autoridades nacionales de la competencia tras iniciarse el debate el pasado diciembre con la presentación del Libro Verde.
La mayoría de las propuestas señalan que la Comisión debería tener en cuenta no sólo criterios económicos, sino también la eficacia (ahorro de gastos) al analizar los efectos de una fusión. Monti se ha declarado partidario de incluir la "defensa de la eficacia" como un criterio a tener en cuenta ante la creación de una posición dominante en el mercado. El comisario señaló que "en contra de la impresión general que se ha creado en ocasiones", las fusiones no siempre suponen ahorros.
Otro de los aspectos a los que se refirió el comisario fueron los criterios fundamentales aplicados por la Comisión para autorizar una fusión. El Libro Verde ha iniciado una reflexión sobre el llamado "examen de predominio", que se aplica para decidir cuándo bloquear una fusión y que examina si "la operación puede crear o reforzar la posición dominante de una compañía en un mercado". Se quiere comparar el "examen de predominio" con los métodos empleados en otros países, especialmente en Estados Unidos, donde se aplica como principio que se produzca "una reducción sustancial de Ia competencia en un mercado" (modelo SLC). Monti aseguró que está abierto a estudiar cualquier opción y que lo importante es "la eficacia de los instrumentos legales".
A favor de dicho modelo están las firmas de abogados y académicos, que considera que el SLC expresa mejor el análisis microeconómico necesario en los casos de fusiones y evita lo que consideran un "corsé" jurídico para valorar una situación de predominio, mientras sus detractores defienden que el actual examen provee un instrumento eficaz para el control de la fusiones y que si funciona no debe cambiarse, indicó el comisario.
Monti también adelantó su de "parar el reloj" por parte de las empresas durante un periodo de 30 días mientras la Comisión investiga, para dar una solución a la brevedad que dicen tener las compoñías para proponer a Bruselas los compromisos necesarios para que se autorice una fusión que, de otra forma, sería bloqueada.