Buenos Aires entra en el "tramo final" de las negociaciones con el FMI
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ha anunciado que cuando la provincia de Santa Fe firme un documento de compromiso para reducir su déficit fiscal, "ya estaremos en condiciones de volver a negociar" un acuerdo para que Argentina obtenga auxilio financiero externo. "El lunes [mañana] vamos a comunicar al FMI que estamos listos para el tramo final de las negociaciones", indicó Lavagna, al informar sobre el nuevo sistema que sustituirá al denostado "corralito" financiero, donde están atrapados los depósitos de millones de argentinos.
Ese tramo final de las negociaciones, que puede demandar "unas semanas más", según lo calculado por el presidente del país latinoamericano, Eduardo Duhalde, conlleva la llegada a Buenos Aires de una misión de técnicos del FMI para revisar las cuentas públicas.
Los expertos de ese organismo internacional han estado, por lo menos, en cuatro ocasiones en la capital argentina en lo que va del año, en el marco de complejas negociaciones para abrir el grifo de la ayuda económica externa.
El FMI impuso, entre otras condiciones, la reforma de dos leyes económicas y que las provincias argentinas pongan en marcha un severo plan de ajuste de sus gastos para reducir el déficit fiscal en aproximadamente el 60%.
No obstante, Lavagna dijo que "no hay una salida exclusivamente financiera" porque de "de una crisis estructural" que el país "arrastra desde hace unos 12 años no se sale tan fácilmente, no se sale en unos meses, ni en un año".
El plan que sustituye el corralito "reparte" la crisis
Lavagna, aseguró ayer que el mecanismo que sustituirá por decreto al denostado "corralito" intenta repartir equitativamente la crisis que puso al borde del colapso al sistema financiero local. "Este nuevo plan tiene como propósito repartir de manera equitativa el impacto de la crisis", dijo.
Precisó que el nuevo régimen, enunciado el viernes en un decreto firmado por el presidente argentino, Eduardo Duhalde, pero que necesita el aval del Parlamento para que entre en vigor, prevé tres modalidades de bonos estatales, de canje voluntario, para que los ahorradores "puedan volver a tener su dinero".
Lavagna negó que ese nuevo mecanismo haya sido desaprobado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que impuso la derogación del "corralito" entre otras condiciones para auxiliar económicamente a Argentina.
"Creo que hay (en el FMI) opiniones divergentes", dijo tras enumerar que los representantes de Estados Unidos, de Francia, de Brasil y de Marruecos en ese organismo multilateral se pronunciaron a favor de sustituir el "corralito" por un canje voluntario de bonos del Estado.
No obstante, admitió que otros técnicos del FMI se inclinaban por un "una salida de canje obligatorio, compulsivo", lo cual, a su juicio, no constituiría una "solución equitativa".