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Crisis

Tres Estados de EE UU acusan a Oracle de engaño en algunos contratos

Oracle se pelea con la Administración estadounidense. El Estado de California rescinde un contrato millonario con la firma de software tras una auditoría que muestra que la compañía ha engañado en los costes que suponía el acuerdo. Otros Estados, como Ohio y Georgia, y una ciudad de Canadá, Toronto, se plantean igualmente cancelar sus acuerdos.

Durante mucho tiempo Oracle se vanaglorió de ser una empresa californiana. Pero recientes problemas con el Estado de California, por un contrato que será rescindido, se han convertido en uno de sus mayores dolores de cabeza. En algunas publicaciones se compara la historia de Oracle en California con la de Enron y Andersen.

Todo empezó el pasado año cuando Oracle firmó con el Estado de California un contrato por seis años por valor de 102 millones de euros. El Estado de California era un buen cliente de esta empresa y en ocasiones anteriores les había comprado desde bases de datos para guardar información judicial hasta software para gestionar las nóminas de los empleados.

Oracle afirmó que este nuevo contrato era un negocio dorado para California, ya que al adquirir en un único acuerdo el software para todas las agencias, en vez de dejar que cada departamento hiciera sus compras, el Estado ahorraría millones de euros. Pero según una auditoria realizada, las promesas de Oracle eran falsas y los contribuyentes pagarían, si el contrato se cumple, más de 43,8 millones de euros.

Algunos han acusado a Oracle de haber intentado defraudar a California y de utilizar tácticas de ventas demasiado agresivas y que se acercan peligrosamente a la ilegalidad. Recientemente ha salido a la luz un correo electrónico, entre empleados de Oracle y otra firma mediadora en el acuerdo, en la que hablaban de ocultar información a los trabajadores del Estado que se mostraban escépticos con el contrato.

Además, para complicar el asunto, se descubrió que Oracle donó al gobernador de California, Gray Davis, 26.750 euros como contribución a su campaña, justo después de la firma de este contrato. Oracle defendió su donación, pero el gobernador se ha visto obligado a devolver el dinero.

La publicidad de este caso parece que dañará a Oracle en sus negocios con las entidades públicas. Ya son varios los Estados que estudian sus contratos con la firma. Ohio esta intentando, por ahora sin éxito, cancelar el suyo, ya que Oracle les engaño, según afirman, al sobrevalorar las necesidades de obtener nuevo software. Georgia, por su parte, obligó a Oracle a renegociar su contrato, puesto que ésta decidió rebajar los precios de su software justo después de firmar el contrato.

Los problemas han saltado a Canadá. En Toronto, varios concejales han puesto en tela de juicio el acuerdo con Oracle. Hace dos años la compañía firmó un acuerdo de cinco años para vender y actualizar los ordenadores y los sistemas de la ciudad. Un contrato que parece haber sobrestimado, de forma radical, las necesidades de la ciudad y con ello su coste final.

La Administración, un cliente muy rentable para las empresas

 

La Administración pública empieza a ser un cliente muy rentable, especialmente en estos momentos en que el gasto en tecnología en las empresas privadas se ha visto reducido de forma drástica con la crisis económica actual. En el caso de la compañía californiana Oracle, un 20% de sus beneficios vienen de contratos con los Gobiernos. Estos acuerdos suelen ser más grandes y más lucrativos que los que mantiene con empresas del sector privado.

La compañía que dirige Larry Ellison empieza a temer que IBM y, en segundo lugar, Microsoft le quiten parte del pastel, y se está aferrando con más fuerza que nunca a sus acuerdos con organismos públicos. Y con razón, porque el gasto de la administración estadounidense en tecnología está al alza.

Una de las causas, irónicamente, es el ataque terrorista del pasado 11 de septiembre que ha impulsado al Gobierno y a sus agencias a invertir más y más rápidamente en tecnología. Algunas empresas ya han empezado a notar las consecuencias. Cisco, por ejemplo, afirmó, este mismo mes, que sus resultados trimestrales, mejores de los previsto, se beneficiaron de los acuerdos con el Gobierno.

El próximo año el gasto de la Administración estadounidense en tecnología aumentará en un 15%, según fuentes de Input, una compañía de marketing especializada en tecnología y Gobierno. Por ahora las predicciones de crecimiento parecen estar cumpliéndose.

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Alicia Jiménez de la Riva

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