Cientos de consultores de Andersen negocian su entrada en KPMG Consulting
De los 3.500 profesionales que integraban la filial española de Andersen antes de la fusión con Deloitte & Touche, la mayoría, unos 2.700, estaban incluidos en la división de auditoría, mientras que 800 estaban adscritos al negocio de la consultoría. Ahora, una buena parte de estos consultores, entre 500 y 700 según distintas fuentes, está barajando la posibilidad de incorporarse a KPMG Consulting en virtud de la oferta que el pasado 8 de mayo realizó la multinacional estadounidense para adquirir las divisiones de consultoría de Andersen.
Los profesionales más interesados en incorporarse a KPMG Consulting son los especialistas en sistemas de información, ya que entienden que la fusión de Andersen y Deloitte & Touche limita mucho sus posibilidades de trabajo. Esto se debe a que no podrían elaborar sistemas informáticos de contabilidad para aquellas empresas que también sean auditadas por la firma, según se plantea en la nueva Ley Financiera, que está en trámite parlamentario.
Aunque fuentes de KPMG Consulting España (una empresa diferente de la filial española de KPMG) señalaron que no tenían constancia de que se hubiera producido ningún movimiento al respecto en las últimas semanas, lo cierto es que la oferta de la multinacional contemplaba la posibilidad de que se produjera un acuerdo este mismo verano. KPMG Consulting, que cotiza en la Bolsa de Nueva York como KCI, ofreció hasta 284 millones de dólares (307 millones de euros) por las divisiones de consultoría de Andersen en 23 países, entre los que se encuentra España. Según se explicó en su momento, el acuerdo se negociaría por separado con cada división, o lo que es lo mismo, con cada país.
En Estados Unidos, el portavoz de KPMG Consulting Inc., John Schneidawind, aseguró ayer a este diario que desde que la compañía emitiera el comunicado de prensa el pasado 8 de mayo, no se ha producido ninguna variación. 'No hay nada nuevo, nada ha cambiado; realmente no podemos ir más allá de lo que dijimos a principios de mes', puntualizó.
Opciones
La posibilidad que barajan los consultores de Andersen España es tanto entrar a formar parte de la filial española de KPMG Consulting como incorporarse a alguna de las divisiones de los otros 22 países sobre los que existe la oferta.
La decisión de Andersen España de unirse a Deloitte & Touche se decidió a principios de abril como medida para afrontar la crisis provocada por el caso Enron. La integración entre ambas compañías está siendo pilotada por Carlos González y Miguel Zorita, presidentes españoles de Andersen y Deloitte & Touche, respectivamente.
Cuando se anunció el acuerdo, Carlos González explicó que se habían decantado por Deloitte & Touche porque ofrece 'un excelente soporte en Estados Unidos, donde esta firma ocupa la segunda posición, con un gran prestigio por su calidad de servicio y su gran fiabilidad'. Respecto al mercado español, destacó la 'adecuada' complementariedad de ambas sociedades y la posibilidad de situarse en una buena posición en el mercado nacional.
Por su parte, Zorita dijo en su momento que esta iniciativa supone un 'paso definitivo para la consolidación en España de una organización líder'.
Entre las dos compañías suman un volumen de negocio de 344 millones de euros, descontando la facturación correspondiente a la división jurídico-fiscal de Andersen, es decir, Garrigues & Andersen, que fue de 139,5 millones de euros en 2001.
Deloitte & Touche alcanzó el año pasado una cifra de negocio de 98,31 millones de euros, con un crecimiento del 36,2% sobre el ejercicio precedente.
A priori, la fusión de Andersen y Deloitte formaría un grupo cuya plantilla rondaría los 4.500 empleados, aunque esta cifra podría verse modificada en función de los consultores que decidan aceptar la oferta de KPMG Consulting y desvincularse del acuerdo de fusión pactado por González y Zorita.
Por su parte, KPMG Consulting es desde principios de 2000 una compañía independiente de KPMG. El año pasado la consultora facturó unos 17 millones de euros, un 250% más que en el primer ejercicio de actividad.
En cuanto al posible impacto que desde el punto de vista de la competencia tendrá la fusión de Andersen y Deloitte & Touche en España, fuentes del sector aseguran que está iniciativa dejaría resuelto parte del problema. Además, Economía también baraja la posibilidad de segregar las dos divisiones, consultoría y auditoría, como condición para autorizar la integración.
300 empleados de Nueva York pasarán a Ernst & Young
Arthur Andersen anunció ayer que 300 de sus empleados de la oficina de Nueva York, entre los que se encuentran 40 socios, formarán parte 'de forma inmediata' de la plantilla de su competidor Ernst & Young. Según especifica la empresa, dos tercios de estos empleados se recolocarán en los negocios de servicios de alto riesgo, inmobiliario, apoyo de transacciones y publicidad. El tercio restante se incorporará a los servicios de práctica financiera. Los términos de la transacción no han sido revelados.
Desde Andersen se enfatiza que esta operación está en línea con la política de la empresa de 'ir hacia adelante para convertirse en una firma más pequeña y diferente' a la que era. 'A la luz de las pérdidas de clientes que se han producido y las futuras, estamos reduciendo el alcance de nuestro negocio en EE UU', señala la nota de su portavoz, Patrick Dorton. Y mientras Andersen trata de deshacer la mayor parte de su negocio de forma ordenada, los problemas en el juicio que se sigue contra la firma por obstrucción a la justicia en Houston (Tejas), no han hecho más que crecer. Y es que esta semana la defensa examina una serie de testigos una vez acabada la fase de testimonios de la acusación. Si la acusación no supo aprovechar del todo las declaraciones de sus testigos y dio la impresión de que tenía el caso pendiendo de pruebas muy circunstanciales, uno de los testigos de la defensa terminó por darles los argumentos que buscaban.
Richard Corgel, uno de los directores de Andersen en EE UU, dijo que la firma tenía una política de destrucción de material considerado como superfluo para que no se usaran esos documentos en caso de litigio. Esta declaración es un revés a la defensa de Andersen, que se basa en la buena fe puesta en la destrucción de documentos irrelevantes. Andersen destruyó documentactión de su cliente Enron cuando había pendiente una investigación de la SEC.