La Audiencia de Granada avala la designación del director de La General
La Audiencia de Granada ha avalado el nombramiento de Fernando Rodríguez como director general de la Caja General de Ahorros de Granada, al revocar la decisión de un juzgado de primera instancia que anuló su designación por considerar que carecía de preparación y experiencia suficientes para el cargo designado.
La sentencia de la sección cuarta de la Audiencia de Granada, facilitada a Efe, sostiene que el Consejo de Administración de La General dispone de 'amplia libertad' para designar a sus altos ejecutivos, excepto en los casos en que los nombramientos sean 'claramente anormales, por arbitrarios.'
Según la Audiencia de Granada, Fernando Rodríguez, aunque carezca de titulación universitaria, 'es una persona vinculada a la caja desde hace 35 años', que con el tiempo ha desempeñado cargos de relevancia y jefaturas, ha realizado cursos de alta dirección y, antes de su nombramiento como director general, asumió dicho cargo en funciones durante 16 meses 'sin que conste queja alguna de su actuación'.
Por tanto, subraya la sentencia, 'no parece' que el nombramiento de Fernando Rodríguez 'haya recaído sobre una persona ostensiblemente incapaz técnica y prácticamente para el cargo', que es lo que podría vulnerar el espíritu de los estatutos de la Caja General de Granada.
De esta forma, la Sección Cuarta de la Audiencia de Granada estima el recurso de apelación de La General contra la sentencia de la juez de Primera Instancia de Granada, Rogelia Torres, que consideró que Fernando Rodríguez carecía de 'experiencia en el ámbito de la gestión y las finanzas' para asumir la dirección general de la entidad.
Requisitos del candidato
En cambio, el tribunal de apelación sostiene que las normas de La General establecen los requisitos del candidato a director general 'de forma general' y recogen, como causas de impugnación del nombramiento, 'aquellos que recayesen sobre personas que carecieren totalmente de la capacidad, la preparación técnica o la experiencia exigidas por la norma estatutaria'.
La impugnación del nombramiento de Fernando Rodríguez fue promovida por el sindicato Comisiones Obreras en septiembre de 1999 al entender que su nombramiento era un 'instrumento' a través del cual el entonces presidente de la caja, Julio Rodríguez, estaba desempeñando 'funciones ejecutivas, prohibidas por los estatutos'.