Alemania desconfía del efecto inflacionista del euro, aunque ceda el IPC
La sensación en Alemania de que el euro ha provocado una subida de los precios se refleja en la introducción de neologismos. Los alemanes han "rebautizado" a la moneda como "teuro", una palabra formada por "euro" y "teuer", que significa "caro" en alemán.
Según una encuesta del instituto Inra realizada este mes, un 82% de los alemanes cree que el euro ha provocado subidas de los precios, especialmente en el sector de la gastronomía y del comercio al por menor, que las estadísticas, sin embargo, contradicen.
Los consumidores críticos han optado por evitar restaurantes y locales, por tener la sensación de que se han incrementado los precios, según una encuesta de la oficina de control de precios para productos de agroalimentarios (ZMP).
"En ningún otro país de la eurozona se ha discutido tan apasionadamente sobre el euro", afirma en su edición de hoy el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung que, sin embargo, reconoce que Alemania no es el único país del área que ha registrado subidas de precios por el euro.
El sensacionalista Bild Zeitung, el diario más leído de Europa, ha creado la figura del "Teuro-Sherif" y desde hace algunas jornadas recoge ejemplos diarios de subidas abusivas. La iniciativa de Bild Zeitung ha sido alabada recientemente por el ministro de Economía alemán, Werner Müller, que explicó que "con ella queda claro que en el algunos sectores se han inflado los precios".
El Banco Central Europeo (BCE) insiste en que los precios tienden a la baja y no al alza, y añade que "aunque hay pruebas de casos aislados de abusos, otros precios han bajado". Un portavoz del BCE aseguró que "la comparación de la evolución de los precios en los tres países comunitarios no miembros de la eurozona (Dinamarca, Reino Unido y Suecia) y el resto demuestra que no ha habido un impacto significativo de la entrada del euro".
Renate Künast, ministra de Consumo y miembro del partido Los Verdes, ha convocado una "cumbre del euro" para discutir con representantes de las asociaciones de comercio y gastronomía cómo recuperar la confianza de los consumidores, una propuesta criticada desde casi todos los frentes.