Gran despliegue policial y calma tensa en las elecciones de Colombia

Una calma tensa y el gran despliegue policial fueron las notas dominantes de ayer en las elecciones presidenciales de Colombia. A pesar de la sangrienta campaña electoral y el temor a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dificultasen el buen funcionamiento electoral, en tan sólo cinco de los 1.098 municipios no se pudieron abrir los colegios. Según informó el ministro del Interior, Armando Estrada, la guerrilla destruyo el material de votación.

Igualmente, según palabras del ministro del Interior, en algunas localidades se produjeron hostigamientos de los rebeldes a la fuerza pública, pero Estrada declaró que los comicios estaban transcurriendo dentro de la normalidad posible.

El Gobierno del saliente Andrés Pastrana realizó un despliegue de seguridad muy intenso que abarcó el 95% del país gracias a los 212.000 efectivos movilizados. Las fuerzas consiguieron evitar varios atentados que los grupos terroristas intentaron perpetrar en distintas zonas rurales de Colombia.

Más de 24 millones de ciudadanos fueron convocados a una primera vuelta para elegir al presidente que sucederá al conservador Andrés Pastrana. Entre los candidatos partía como favorito el disidente liberal, Álvaro Uribe Vélez. La población estaba pendiente ayer de que Uribe fuese capaz de captar más de la mitad de los votos lo que haría innecesario una segunda vuelta. Muestra de la violencia vivida estos días, Uribe sufrió un atentado durante la campaña electoral.