Wall Street logra de nuevo repuntar a última hora
La última hora se está convirtiendo en el momento preferido de Wall Street. La jornada de ayer fue casi un calco de la del miércoles, con los mismos miedos y el carrerón final incluido.
El Dow ganó el 0,57%. Pero el protagonismo, esta vez, estuvo en el Nasdaq, que tras perder alrededor de un 1% durante gran parte de la sesión logró un avance del 1,44%. Aun así, las Bolsas siguen con varios frentes abiertos. A la cantinela de los atentados se le suma ahora una posible guerra entre Pakistán e India.
Hoy, la jornada en Wall Street será semifestiva y el lunes los mercados de EE UU estarán cerrados.
La irracionalidad se impuso ayer en los parqués estadounidenses. Las Bolsas bajaron tras el buen dato de los pedidos de bienes de inversión, para después, a medida que se sucedían las recomendaciones negativas y los malos resultados empresariales, terminar en positivo.
Del Nasdaq, la Bolsa que más subió, manaron casi todas las malas noticias. Ciena, uno de los mayores fabricantes de cable de fibra óptica, anunció que las ventas del primer trimestre cayeron un 80%, y la acción perdió el 4,04%. El otro disgusto con color tecnológico lo dio Qwest (-0,6%), a quien Standard &Poor's rebajó la deuda al nivel de bonos basura.
En el Dow, Intel cedió el 0,98% después de que su presidente apuntara que las opciones sobre acciones de los directivos deberían ser tratadas en la contabilidad como gastos ordinarios, una opinión honesta que, sin embargo, no gustó al mercado, ya que reducirá el beneficio. Una nota negativa de Morgan Stanley sobre los semiconductores contribuyó también a la caída de Intel.
La indefinición de los mercados quedó al descubierto. El zigzag fue la tónica dominante en los índices, pese a que las razones para subir superaron, desde un principio, a las de bajar.
Así, el repóquer de buenos datos económicos (mejora de la confianza empresarial en Italia, aumento del gasto de los consumidores en el Reino Unido y Francia, crecimiento en Alemania y subida de los pedidos de bienes de inversión en EE UU) sólo sirvió para que las Bolsas cerraran con alzas leves.
Sólo Milán (-0,26%) y Francfort (-0,81%) terminaron en negativo. En esta última Bolsa pesó, un día más, la caída de Deutsche Telekom (-2,09%). Las cuentas de la teleco siguen supurando deudas, lo que ha llevado a Moody's a alertar de un posible recorte en la solvencia de la operadora alemana.
Las alzas más notables de la sesión entre los grandes valores europeos correspondieron a Vivendi (+5,48%) y el grupo financiero holandés ING (+4,08%). Esta última presentó unos beneficios del primer trimestre superiores a lo previsto y anunció que este año ganará más de lo esperado. Las alzas de Vivendi tuvieron su origen en los rumores de venta de una parte de su filial de aguas, el negocio madre de la empresa.
Las mismas razones que en el caso de ING empujaron al tercer banco belga, KBC, a una subida del 4,71%. En Londres, Vodafone ganó el 4,24% después que un diario japonés publicara que la compañía planea desprenderse del negocio de telefonía fija de su filial Japan Telecom, una noticia desmentida por la británica. Vodafone presenta resultados la semana que viene.
La Bolsa de México subió ayer el 0,18% apesar de la caída del grupo BBVA Bancomer, el mayor banco del país, que perdió el 2,07%. Los analistas señalaban que el parón del mercado del crédito en México está dañando al valor, que ha perdido el 9% en lo que va de mes.
La Bolsa japonesa volvió a quedarse a las puertas de los 12.000 tras subir un leve 0,15%. El Nikkei estuvo casi toda la sesión por encima de este nivel, que se perdió en los últimos minutos de la sesión. Algunos gestores señalan que Japón puede convertirse en el mercado del año si EE UU se muestra débil en el segundo trimestre. El Nikkei sube el 13,63% en 2002.