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'Caso BBV'

Garzón impide que el fiscal amplíe una pregunta sobre el testigo protegido

La operación, que tuvo lugar en 1987, consistió en una recompra a KIO para evitar que éste adquiriera el control del BV. Como esa compra no podía llevarse a cabo porque el BV superaba el límite de autocartera autorizada para sociedades en aquella época, se realizó por medio de sociedades vinculadas del grupo.

A lo largo de la jornada de ayer, tres de los seis altos cargos del BBV que comparecieron ayer ante el juez Baltasar Garzón en calidad de testigos reconocieron que sabían o habían participado en las operaciones de la entidad en paraísos fiscales. Uno de ellos, Segimón Escobedo, relató el inicio del entramado de sociedades vinculadas a la entidad y dijo que conocía al testigo protegido Nelson Rodríguez.

Ante la sorpresa del fiscal y de los 19 letrados que representan al BBVA, a los imputados y al Estado, Garzón interrumpió a Martínez Madero y explicó que Segimón sólo debía declarar en la pieza correspondiente al expediente del Banco de España referido a las cuentas secretas. De esta manera, todos los presentes se enteraron en ese acto de que el juez había dividido el sumario, por lo que a partir de ahora los testigos e imputados sólo podrán declarar en relación a la pieza que el juez decida considerar. Las operaciones presuntamente irregulares del banco en América Latina no pudieron, entonces, ser indagadas en las comparecencias de ayer. Cabe destacar, asimismo, que el juez instructor no ha ordenado aún las comisiones rogatorias a EE UU y a otros países latinoamericanos, a pesar de que a comienzos de esta semana Garzón aseguraba que estaba a punto de hacerlo, según fuentes jurídicas.

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Segimón había explicado previamente el diseño de una operación de autocartera por parte del ya fallecido ex presidente del Banco de Vizcaya, Pedro Toledo, destinada a hacer salir del accionariado a KIO. Con la fusión con el Bilbao, el nuevo titular, Emilio Ybarra, trasladó las sociedades creadas a Liechtenstein, bajo la forma de la Fundación Candiac, posteriormente Amelan. Según Segimón, esto se hizo para eludir la Ley de Sociedades Anónimas, que impedía realizar operaciones de autocartera. El testigo, que era secretario del consejo de administración del Vizcaya, pasó a desempeñarse como asesor jurídico del BBV. Segimón se jubiló en 1997.

El segundo testigo de la jornada fue el ex presidente del Vizcaya antes de Toledo, Ángel Galíndez. Al ser preguntado por el fiscal si conocía de la operación de recompra de acciones de KIO por parte del banco, Galíndez demostró 'estar muy lúcido', según una fuente, pues repreguntó. '¿Usted me pregunta si yo sabía por vía normal de operaciones irregulares? Pues no', dijo Galíndez.

Por su parte, el ex responsable de gestión de mercado, José Luis Nagore, quien dependía del entonces director financiero, Luis Bastida, dijo que durante 1996 y 1997 firmó un contrato de 'fiducia y agencia' con Banker's Trust para la compra, primero, y la venta, después, de acciones de Argentaria que comenzaba a privatizarse. Sólo reconoció haber llevado a cabo esas operaciones y descargó toda la responsabilidad final sobre Bastida, uno de los imputados.

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