El BCE pide moderación salarial para contener el rebrote inflacionista
El Banco Central Europeo incumplirá de nuevo este año su misión de mantener la estabilidad de precios, definida por la propia institución como un incremento anual del IPC en la zona euro por debajo del 2%. El presidente, Wim Duisenberg, admitió ayer ante el Parlamento Europeo su error de cálculo cuando a finales del año pasado previó que 'la inflación caería en 2002 hasta niveles claramente por debajo del 2%'. En los mercados, el euro respondió cayendo en picado frente al dólar, pero más tarde recuperó casi todo lo perdido y el BCE fijó el tipo de cambio oficial para el día en 0,9213 dólares (por encima de los 0,9202 del lunes).
Duisenberg aprovechó para recordar 'a los agentes económicos' que este rebrote inflacionista obedece a factores temporales (precio del petróleo, malas cosechas) y en ningún caso debe incorporarse a las negociaciones salariales. 'La estabilidad de precios depende en gran parte de la moderación salarial', indicó, sólo unos días después de que el sindicato del metal de Alemania lograse una subida salarial del 4%. Duisenberg refutó la tesis partidaria de impulsar la demanda con alzas salariales aduciendo que 'los peligros son mayores que los beneficios, porque se encarece la producción'.
El holandés advirtió que cualquier alegría negociadora puede traducirse en una subida del precio del dinero (los tipos de interés están en el 3,25% desde el 8 de noviembre)'. Aunque la política monetaria no puede influir en la evolución de la inflación a corto plazo, estamos decididos a no poner en peligro lo que hemos logrado'.
Duisenberg aseguró que la ralentización económica en la zona euro 'tocó fondo a finales del año pasado'. 'La recuperación es un hecho', aunque 'será lenta'.
El holandés alerta sobre 'las incertidumbres que aún existen sobre la recuperación'. Algunos europarlamentarios acusaron al presidente del BCE de 'sobreestimar las tensiones inflacionistas y subestimar los riesgos para el crecimiento'.
La actividad en la zona euro, reconoce el BCE, sigue amenazada 'por los desequilibrios económicos de otras zonas del planeta', y en este sentido Duisenberg se inquieta 'por el doble déficit' que EE UU soporta en su balanza comercial y en sus cuentas públicas.
El presidente del emisor habló también de los problemas de organización que supondrá para Francfort la futura ampliación de la UE y el ingreso, tarde o temprano, de los países del Este en la unión monetaria. 'Puedo asegurarles que es muy complicado buscar una fórmula para simplificar en el futuro el funcionamiento del consejo de gobierno del BCE'. Ese órgano, que decide una vez al mes los tipos de interés para la zona euro, lo constituyen los seis miembros del comité ejecutivo y los gobernadores de los 12 bancos centrales.
Duisenberg señaló que se trabaja ya sobre una fórmula de rotación y la posibilidad de que se voten las decisiones sobre tipos de interés en lugar del sistema de consenso que prima actualmente.