Dygra anima su futuro con Shakespeare
Nuestra empresa compite hoy en mercados internacionales junto a los grandes estudios estadounidenses, y todo ha sido gracias a los avances tecnológicos, que lo han hecho posible', señala Manuel Gómez, director de la productora gallega Dygra, creadora de uno de los éxitos cinematográficos españoles del año pasado: la película de animación El bosque animado.
Ahora, esta pequeña compañía con sede en A Coruña pretende repetir los buenos resultados de su primera incursión en el cine y sin dejar de lado la literatura, ya que el argumento de su primera cinta era una adaptación de la novela homónima de Wenceslao Fernández Florez, abordará en unos meses la versión animada del clásico de Shakespeare Sueño de una noche de verano, que prevé estrenar en 2004, y que le permitirá 'acceder a un público más adulto', según Gómez.
El bosque animado es, hasta la fecha, el proyecto más ambicioso de la productora, y también su mayor éxito. De todas formas, la empresa comenzó su actividad en 1987, dedicándose en una primera etapa al diseño gráfico para el mercado editorial. 'Como observamos que ahí había poco futuro, nos acabamos metiendo en la producción propia', señala su director.
Ya en la década de los noventa comienza a introducirse en la producción multimedia, campo en el que han realizado visitas virtuales como la colección de arte de Caixa Galicia, exposiciones interactivas como el Camino de Santiago Virtual para la Xunta de Galicia, las páginas webs de Unión Fenosa y la Fundación Caixa Galicia o el simulador de magia Quick Magic.
Muchos de estos trabajos se han desarrollado a través de una filial, Filloa Records, con la que editó el videojuego Bicho en 1997, su primer éxito de ventas, y que recibió múltiples galardones, como el Trofeo Laus de diseño.
Dygra estrenó el 3 agosto de 2001 El bosque animado. Pero fue en 1997 cuando decidió comenzar el desarrollo de este proyecto, tras constatar que tenía potencial para ser la primera película española de animación en convertirse en un éxito de taquilla, como finalmente ha sido. En las salas de cine españolas la cinta ha recaudado hasta la fecha 1,95 millones de euros, la han visto más de 500.000 espectadores y la exhibición en el extranjero comienza ahora. Entre los logros de El bosque animado -el primer largometraje en 3D (tres dimensiones) realizado en Europa- está que en la última edición de los premios Goya se llevó dos galardones: mejor película de animación y mejor canción original, interpretada por la gallega Luz Casal.
Su ejemplo ha supuesto un importante empuje para el sector audiovisual en Galicia, de por sí bastante activo los últimos años. El número de empresas del sector en la comunidad pasó de 40 a 161 entre 1995 y 1999, en su mayoría productoras, según datos del Instituto Galego de Promoción Económica.
En la cinta participaron cerca de 200 especialistas, entre dibujantes, animadores, ilustradores, infógrafos, documentalistas o especialistas de sonido, a lo largo de los dos años y medio que llevó su elaboración. Contaron con un presupuesto de 4,5 millones de euros -de los que 3,3 se invirtieron en la realización de la película y el resto en su promoción y distribución- y con el apoyo financiero de la Xunta, que aportó 0,3 millones en concepto de ayuda.
Pese a lo positivo de la experiencia, Manuel Gómez sostiene que se trata de 'un mal negocio, que se consigue amortizar a muy largo plazo. Serán casi siete años para amortizar un proyecto costoso desde que comenzamos a trabajar en él y después obtener beneficios'.
Salto al cine real
La productora, a través de su división de cine Dygra Films, está ahora preparándose también para dar el salto a la producción en imagen real. En octubre próximo comienza el rodaje del primer proyecto de la compañía en este campo, que llevará por título Los muertos van deprisa. La cinta contará con un presupuesto superior a 1,8 millones de euros y se rodará con cámaras digitales. Y, en breve, iniciará la producción de una serie de animación para televisión sobre la película de El bosque animado, con un presupuesto cercano a seis millones.
La empresa, que emplea a 30 personas, facturó 1,5 millones en 2001, cifra que prevé duplicar este año, para llegar a seis millones en 2003. El futuro de Dygra se presenta animado.