Caja del Mediterráneo queda fuera de Aguas de Valencia
La operación diseñada por la Generalitat Valenciana y las cajas de ahorros para que el capital local tomara el control del grupo Aguas de Valencia se ha ido al traste por un error de cálculo, en el que la principal damnificada es la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que no podrá entrar en el capital.
El acuerdo, comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la primera semana de abril, consistía en la venta del 21,97% que el Grupo Santander tiene en Aguas de Valencia por 32,5 millones de euros. Los compradores eran Bancaja (11%), la CAM (5%) y las dos constructoras castellonenses presentes en el capital, Facsa y Lubasa (3% cada una).
Para poder llevar a cabo esta operación, era necesario que Banco de Valencia (filial de Bancaja), el grupo francés Bouygues y el naviero Vicente Boluda renunciaran al derecho de tanteo sobre las acciones del Grupo Santander que les otorga un pacto de accionistas firmado en agosto de 2000.
Sin embargo, los propios abogados de algunas de las empresas firmantes se apercibieron, después de comunicar la operación a la CNMV, que el pacto de accionista contenía otras cláusulas que hacían prácticamente imposible la venta de algún paquete a empresas que estuviesen fuera del pacto. Y la multa establecida para el que lo incumpla es de tres millones de euros por cada punto porcentual. Por ello, tras una semana de búsqueda de fórmulas para burlar el pacto, Bancaja y la CAM han desistido y serán el Banco de Valencia, Lubasa y Facsa los que se queden con las acciones del SCH. La decisión es prácticamente definitiva y se comunicará a la CNMV probablemente el miércoles.
De culminar así la operación, Bouygues, con el 33%, se mantendría como primer accionista de Aguas de Valencia; el Banco de Valencia elevaría su porcentaje del 8% al 18,5% -Bancaja tiene un 1,5%, por lo que el grupo sumaría el 20%-; Boluda mantendría el 11,4%; Facsa pasaría del 4,9% al 11,3%, y Lubasa, del 3,9% al 9%.