El PSOE baraja un tipo máximo para las rentas más altas del 41%
La comisión de expertos para la reforma del IRPF designada por el PSOE dio ayer más detalles de su propuesta, anunciada parcialmente el pasado lunes. Se trata de un conjunto de medidas que, según el secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, supone una 'reforma alternativa' a la del Ministerio de Hacienda, y en la que se aumentaría la progresividad del tributo, beneficiando a los contribuyentes con menores ingresos y a las rentas del trabajo. El PSOE abrirá un 'foro fiscal' en los próximos meses antes de fijar su propuesta final, que tomará como base la de esta comisión.
Básicamente, los 17 expertos (entre ellos Javier Ruiz-Castillo, Juan Antonio Garde y Julio Segura) proponen un tipo único, acompañado de otro complementario para las rentas más elevadas, y en la que se eliminan las deducciones en la base imponible y se sustituyen por deducciones en la cuota en función de las circunstancias familiares. Las rentas del capital se integrarían en la base imponible.
Ayer, en la sede del PSOE, los expertos presentaron tres modelos a seguir. En el primero de ellos se propone un tipo fijo del 27%, al que se añadiría otro complementario del 14%. En el segundo, el tipo fijo sería del 25%, y el complementario, del 15%. El nivel de renta a partir del cual se aplicaría el tipo complementario en los dos modelos sería los 34.558 euros (5,75 millones de pesetas). En estos modelos se aplicarían los mínimos personales y familiares, que se deducirían de la cuota (no en la base como ahora). La deducción sería de 1.352 euros (225.000 pesetas), por hogar, y de 450 euros (75.000 pesetas), por persona. Los expertos proponen un tercer modelo, más alejado de las tesis iniciales socialistas de tipo único, en el que operarían tres tramos de renta. El primero de ellos, hasta 22.537 euros, se tributaría al 26,5%; el segundo tramo, hasta 34.558 euros, al 30%, y el tercero, al 41%. En los tres modelos, los expertos estiman una ligera pérdida de recaudación, cercana al 5%, sobre la obtenida en 1999.
La inflación se come gran parte del ahorro fiscal
Una de las mayores críticas socialistas a la política fiscal del Gobierno es la no deflactación de la tarifa del IRPF, que ha originado una pérdida paulatina de poder adquisitivo para el contribuyente. Los expertos del PSOE han calculado que la inflación no corregida ha llegado a eliminar en 2000 el 20,5% del ahorro fiscal generado por la última reforma del IRPF en ese año. Esta brecha (reducción del ahorro) aumentaría hasta el 41,8% en el periodo entre 2000 y 2002. Los expertos proponen que se elimine de la tarifa los efectos de la inflación.
Otras propuestas se refieren a las reducciones por planes y fondos de pensiones, que sugieren que sean trasladadas a la cuota del impuesto, de acuerdo con el tipo lineal, y con un límite absoluto. La Comisión sugiere también mantener las deducciones por la compra de la primera vivienda, con límites cuantitativos adecuados a los estándares de las viviendas medias, y desarrollar fórmulas fiscales favorables al incremento del parque en alquiler.
Respecto al fraude fiscal, propone un nuevo modelo institucional de Agencia Tributaria, con mayor autonomía política, a través de un estatuto con rango de ley. El tipo único simplificaría el impuesto y liberaría recursos humanos para dedicarlos a la inspección.