Líderes en el anonimato
Huyen de todo protagonismo, gestionan con discreción, en silencio y en la sombra. æpermil;sta es la manera más difícil de dirigir pero también la más eficaz, según los expertos
Huyen de todo protagonismo. Dirigen en silencio, de manera discreta y en la sombra. Prefieren el anonimato a aparecer en los medios. Huyen de los focos y de que el protagonismo de la gestión y la dirección de la organización para la que trabajan se centre en ellos. Han optado por una gestión seria, prudente, reservada, pero a la vez eficaz. Y bajo estos parámetros se han convertido en modelo de ejecutivos a imitar.
Ejemplo de este tipo de liderazgo se puede considerar a los máximos representantes de dos de las compañías más importantes de España, como el presidente de Inditex, Amancio Ortega, y el presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez. En este lote de líderes discretos se encuentra el entrenador de balonmano del FC Barcelona, Valero Rivera; al físico y padre de la bomba atómica, J. Robert Oppenheimer, o Muhammad Yunus, fundador del Grammen Bank, entidad creada para conceder prestamos a las clases más desfavorecidas, los pobres y las mujeres.
En opinión del profesor de Comportamiento Humano del IESE, Santiago Álvarez de Mon, 'es admirable el trabajo en la sombra de algunos ejecutivos'. En este sentido, apunta el docente que muchos directivos viven en la actualidad mucho más pendientes de la imagen que del producto y de la gestión del día a día.
'Afortunadamente hay directivos que saben y son conscientes de que van a ser evaluados en su gestión y, por tanto, apuestan por un liderazgo discreto, anónimo y plural, que abarca a un grupo de personas y no a un concepto carismático, unipersonal y elitista', explica Álvarez de Mon. Porque uno de los atributos que tienen este tipo de directivos, por encima de su valía personal y de sus cualidades y conocimientos técnicos sobre el sector en el que desarrollan su labor, es la idea de servicio. 'Saben que están prestando un servicio a la sociedad y que se deben a sus clientes, a sus empleados y a sus accionistas. Y, por tanto, no juegan a tener protagonismo. En estos casos prima el talento colectivo sobre el líder'.
Un ejemplo de líder indiscutible, según rescata de la memoria el profesor Santiago Álvarez de Mon, es el sacerdote José María Arizmendiarrieta, fundador de Cooperativa de Mondragón. 'Fue un soporte ideológico en torno al cual se creó un clima inconformista, activo y emprendedor'. Intentó armonizar la 'eterna tensión dialéctica entre el capital y el trabajo, fomentando una reforma interna de la empresa, con las máximas consideraciones a la personalidad y a la libertad de los trabajadores'. De todo esto, nació la cooperativa como sociedad de personas.
El físico y padre de la bomba atómica J. Robert Oppenheimer también se considera un modelo de líder con talento. Tenía el potencial para dirigir a problemáticos científicos sometidos a una gran presión, como la que vivieron cuando se les encargó crear un arma nuclear. Para evitar roces y malos entendidos, sugirió que todos los investigadores fueran reunidos único laboratorio situado en Los Álamos (Nuevo México). Insistió en que el mejor modo para trabajar era favoreciendo el intercambio de información entre los científicos, que tenían restringidos sus viajes al exterior del centro. Supo mantener unido al grupo, contener el ego de los científicos, entre los que había una docena de ganadores o aspirantes al Premio Nobel, y crear una atmósfera de confianza y respeto, lo que les llevó a conseguir grandes progresos. Fue considerado por todos, al margen de sus éxitos como científico, un verdadero líder.
Muhammad Yunus, economista y fundador del Grammen Bank, siempre tuvo una preocupación, las clases más desfavorecidas. Para ellos creó un banco que ofrecía grandes ventajas financieras para los pobres y las mujeres. Eso le hizo inmensamente feliz. 'Este hombre es un ejemplo de directivo responsable, con un compromiso por sacar de la pobreza a aquellos que más lo necesitan', explica Álvarez de Mon.
A los directivos que trabajan en la sombra y que no necesitan de las luces y de los aplausos les mueven los grandes retos y las emociones. 'No se despistan con la vanidad y son amantes de las cosas sencillas. Por ejemplo, Isidoro Álvarez se encuentra más cómodo en las tiendas que en la sede central. El que trabajo desde el anonimato es el que hace cosas', explica.
Isidoro Álvarez. Paseos silenciosos por las tiendas
Dicen los que le conocen que es muy habitual ver a Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, pasear por sus tiendas y hacerse pasar por cliente. Siempre ha permanecido en la sombra y poco se sabe de la vida de este empresario, nacido en Borondes (Asturias) hace 66 años, al que le gusta vestir de traje y corbata oscuro, y que jamás esboza una sonrisa en las fotografías. Siguiendo los pasos de su antecesor y maestro, Ramón Areces, ha optado por el anonimato y el hermetismo en su manera de gestionar la empresa. Tal vez por ello, y por segundo año consecutivo, aparezca como el líder mejor valorado en el Informe Merco, publicado el pasado mes de marzo por Cinco Días.
Amancio Ortega. Un imperio 'a la chita callando'
En silencio y sin grandes algarabias, Amancio Ortega acaba de sumar a su larga lista de éxitos la conquista de Milán, la capital de la moda italiana. En la cuna del diseño desembarcó Zara el pasado 10 de abril y el misterioso Ortega ni se dignó a aparecer el día de la inauguración.
Este gesto no pasó desapercibido en una ciudad muy dada al protagonismo y al exhibicionismo de sus diseñadores.
Prefirió quedarse en Arteixo (A Coruña). Tiene 66 años, es propietario del 80% del grupo Inditex y es el hombre, con una fortuna personal de 10.200 millones de euros, más rico de España y está en el número 25 en la lista de los multimillonarios internacionales.
Si por algo se caracteriza Ortega es porque a lo largo de su trayectoria no ha sucumbido a la tentación de los medios de comunicación. Apenas concede entrevistas y la primera vez que se le pudo fotografiar fue cuando la empresa preparaba su salida a Bolsa. Ahí decidió dar la cara. Con gran discreción, y fiel a su perfil de ejecutivo en la sombra, ha levantado todo un imperio de la moda en España.
Valero Rivera. Las cualidades del líder perfecto
Su manera de trabajar y su personalidad, dicen, será objeto de estudio por parte de empresarios y ejecutivos. De Valero Rivera, entrenador de balonmano del FC Barcelona, se cuenta que reúne todas las cualidades que debe tener un líder: capacidad de trabajo y profesionalidad, confianza, capacidad para comunicar y motivar, autoridad, gestión positiva del error y pasión por el trabajo.
Nació en Zaragoza hace 49 años, si por algo se caracteriza es por su sencillez y humildad, fraguada en las victorias y en las derrotas sobre el terreno de juego. Entiende y practica, además, su función directiva, y procura gestionar el talento de cuantos le rodean hasta sus límites. Esto se supone que debe ser el ejemplo que debe seguir todo directivo y empresario.
Opina, haciendo gala de su humildad, que él no se ve tan perfecto. Señala que ser líder significa tratar de ser un ejemplo y saber ganarse con ese ejemplo a la gente. 'Todo el que trabaja conmigo debe tener grandes dosis de humildad. No hay nadie que saque pecho que dure mucho tiempo', explica.