El Parlamento luso aprueba hoy una rectificación del presupuesto
La aprobación de la medida, con la que el Gobierno portugués pretende actuar para contener el gasto público, está garantizada por la mayoría que le otorga la suma de los votos de los dos partidos de centro derecha, el Social Demócrata (PSD), del que es jefe Durao Barroso, y el Popular (PSD), coaligado con el anterior.
El Gobierno Durao Barroso dibujó un cuadro pesimista de la situación financiera portuguesa y advirtió de la posibilidad de incumplir el pacto comunitario de estabilidad, como razón para rectificar el presupuesto del Estado 2002 y proponer una serie de medidas impopulares.
Tales medidas, duramente criticadas por la oposición, incluyen el aumento del 17 al 19% del Impuesto sobre Valor Añadido (IVA), la supresión del crédito bonificado para la compra de vivienda, la congelación de numerosas inversiones públicas y la reestructuración o supresión de casi 60 entidades oficiales.
El Partido Socialista (PS), el mayor de la oposición, criticó las medidas y advirtió que pueden ser inconstitucionales, y uno de sus principales líderes, Jorge Coelho, ha declarado que "el gobierno intimida a los portugueses" con el programa de choque presentado a la Asamblea de la República (parlamento unicameral).
El propio secretario general del PS, Eduardo Ferro Rodrigues, que es profesor de Economía, ha calificado la rectificación presupuestaria de "precipitada y poco rigurosa", al estimar que "aumenta el gasto público corriente y los impuestos de un modo innecesario y socialmente injusto".
Sus previsiones son que las medidas que serán aprobadas tendrán "graves consecuencias" sobre el empleo y provocarán un aumento de la inflación.
El Partido Comunista Portugués (PCP) coincidió con las acusaciones de inconstitucionalidad del PS y las previsiones de que el programa de contención del gasto de Durao Barroso puede provocar una recesión económica en el país.
Durao Barroso ha respondido a las críticas opositoras acusando a los tres partidos de la oposición de izquierda de buscar el bloqueo de la acción del gobierno, e insistió en que la delicada situación financiera del país exige medidas de este calibre.
La "número dos" del ejecutivo y ministra de Finanzas, Manuela Ferreira Leite, dijo el martes que el gobierno jubilará anticipadamente a cuantos funcionarios sea preciso para garantizar una efectiva reducción del gasto corriente del Estado.
Ferreira Leite señaló que aún no puede dar un número exacto de los funcionarios que deberán dejar sus puestos y rechazó las acusaciones que desde distintos sectores se le hacen de dramatizar exageradamente la situación de las finanzas públicas lusas.