Las incineradoras se echan a la carretera
Un empresario granadino ha creado la compañía Incineradoras Móviles Europeas para facilitar la eliminación de los restos de animales. El sistema evita a los ganaderos los gastos de transporte
Antonio Guijarro, un modesto empresario granadino de la construcción, ha desarrollado un modelo de incineradora móvil destinado a la eliminación de restos animales, una tarea que se ha convertido en problema tras la aparición de las vacas locas y, más recientemente, de un nuevo brote de peste porcina.
La ventaja de su incineradora es la movilidad, su capacidad de desplazarse allá donde está el residuo y, con ello, el consiguiente ahorro de costes para el ganadero. 'El gasto de trasladar los animales o restos a plantas de incineración, a veces muy alejadas, hace que los ganaderos, en muchas ocasiones, no los eliminen adecuadamente y acaben quemándolos en fosas, lo que supone un grave problema medioambiental', explica Guijarro.
Un problema que se agudiza en las islas Canarias y Baleares, donde, según Guijarro, el coste de incineración de restos animales de riesgo -que en la Península se sitúa en torno a 48 céntimos por kilo-, se eleva a 1,35 euros. 'Nosotros lo ofrecemos a 36 céntimos por kilo', asegura.
Guijarro empezó a desarrollar su proyecto hace unos dos años, cuando se dio cuenta del dineral que le costó incinerar a su perro, al tener que trasladarlo a Castellón. Para ello, creó la empresa Incineradoras Móviles Europeas, con la participación de otros nueve empresarios de su entorno, 'que al principio me tomaban a broma', recuerda.
1.200 kilos por hora
Hace dos meses terminó sus dos primeras unidades, con un coste de 360.000 euros cada una, financiados por aportaciones de los socios y por un crédito del Banco de Andalucía. La incineradora móvil va montada y plegada sobre un tráiler y tiene una capacidad de eliminación de 1.200 kilos por hora. La máquina, según su autor, incorpora controles adaptados a la normativa europea para evitar la emisión a la atmósfera de las partículas contaminantes que se originan en los procesos normales de combustión.
La incineradora, cuyo diseño está patentado a nivel nacional, recibió hace unos días un premio en el Salón de Invenciones de Ginebra y ahora su creador se dispone a comercializarla. La empresa ha iniciado contactos en zonas con necesidad de eliminación de residuos y ausencia de plantas de tratamiento, como Canarias o Navarra, y también en el Reino Unido, el país con mayor proliferación de casos de vacas locas.
Su intención es alquilar sus incineradoras, o bien venderlas, a 420.000 euros, siempre ofreciendo el servicio a un menor coste al que se realiza actualmente, 'porque los socios de este proyecto no pretendemos vivir de esto, ya tenemos nuestras empresas', aclara Guijarro, que tiene previsto comercializar 10 unidades este año.