El G-10 cree que la recuperación de EE UU depende de la inversión

Los gobernadores de los principales bancos centrales, conocidos como el Grupo de los Diez (G-10), aseguraron ayer que los signos de recuperación son claros tanto en Estados Unidos como en la zona euro y descartaron problemas inflacionistas a medio plazo que puedan amenazar el crecimiento.

Dentro del tono optimista de la reunión, la principal incertidumbre, a su juicio, pasa por la recuperación de la inversión en EE UU. El portavoz de los banqueros, el gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George, apuntó que el crecimiento de la productividad en el primer trimestre (8,6%) favorece el crecimiento de la formación bruta de capital, pero 'la incertidumbre es realmente el plazo en el que se producirá ese cambio de tendencia en los gastos de inversión y, en general, de la demanda doméstica en su conjunto'.

Para la zona euro, 'el sentimiento generalizado es que el crecimiento se está asentando', dijo George, aunque los gobernadores no esperan un repunte muy rápido.

Los banqueros centrales se mostraron especialmente optimistas respecto a la evolución de los precios. El G-10 considera que la inflación de la zona euro rondará a finales de año el 2% fijado como límite máximo por el Banco Central Europeo (BCE).

Aunque en los últimos meses la subida de los precios del petróleo ha introducido tensiones inflacionistas en la zona, la reciente recuperación del euro frente al dólar contribuirá a paliar la tendencia al alza de los precios a través de un menor coste de las importaciones, aseguran los banqueros de Basilea.

Para Japón, los mensajes permanecen invariables. La economía mejorará si se recuperan las exportaciones. Eso permitiría a la segunda economía del mundo retomar el crecimiento positivo a finales de este año y a lo largo de 2003. Los fundamentos para estas previsiones, muchas veces anunciadas y otras tantas incumplidas, se basan en la recuperación del sector industrial, pese a la débil demanda interna.