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Columna
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La información económica

Miguel Ángel Fernández Ordoñez

La forma en la que España y Alemania han hecho públicas sus cifras de paro del mes de abril proporciona una buena ocasión para hablar de lo que no se habla suficientemente, esto es, de la lamentable situación en la que se encuentra la información económica en nuestro país y de la manipulación que hace el Gobierno de la misma.

Se debe recordar que, para que los agentes económicos tomen sus decisiones correctamente, es fundamental que dispongan de información económica en cantidad, veracidad y rapidez suficientes. No es una casualidad que Estados Unidos, uno de los países más desarrollados del mundo, disponga de una excelente información económica sin que en ningún caso sea manipulada por su Gobierno.

Esta semana el Gobierno español anunció que el paro había descendido en 12.000 personas en España, y un ministro económico aprovechó la noticia para decir que ese descenso significaba el final de la desaceleración económica. El mismo día, Alemania hizo público que el paro había aumentado en 6.000 personas. En realidad, en Alemania el número de parados se había reducido en 132.000 personas, mientras que el aumento de 6.000 personas se refería a la serie desestacionalizada.

El ciudadano alemán pudo enterarse de todo porque sus autoridades le suministraron los dos datos. Sin embargo, en España el Gobierno no facilitó la cifra de paro desestacionalizada. Sólo a través de los analistas el ciudadano pudo saber que , en cifras desestacionalizadas, el paro en España había aumentado en 30.000 personas durante el mes de abril.

Si el ciudadano español hubiera tenido toda la información, se hubiera dado cuenta de que el aumento de paro en España durante abril fue cinco veces superior al de Alemania, cuando la economía española, obviamente, no es cinco veces la alemana.

La segunda manipulación de las cifras de paro por parte del Gobierno es la que se refiere al momento de la publicación. El número de afiliados de la Seguridad Social y el número de parados proceden de un registro computarizado, por lo que el Gobierno conoce perfectamente esas cifras en cuanto acaba el mes correspondiente, pero juega con las fechas en las que hace públicas esas dos cifras.

En general, suele suministrar antes el dato bueno y unos días después el dato malo. En el caso del mes de abril, comunicó a la prensa en primer lugar la cifra de afiliados a la Seguridad Social, que subió, y unos días después hizo pública la cifra de paro que, como se ha señalado, no fue buena.

Desgraciadamente, parece que la manipulación de la información económica no importa a casi nadie en España.

A los analistas, a los que estudian la coyuntura, les importa poco porque pueden defenderse con relativa facilidad frente a las manipulaciones del Gobierno. Por mucho que el Gobierno anuncie que el paro bajó en abril, ellos saben que subió. En lo que respecta al resto de los ciudadanos, no se enteran, no saben que no saben y, por tanto, no tienen posibilidad de reaccionar.

Pero importa mucho que la información económica esté accesible a todos y no sólo a los expertos. Una de las claves del mayor crecimiento que permite la nueva economía es la de que la información esté al alcance de todos y no exclusivamente en manos de unos pocos. Las economías funcionan mejor cuando todo el mundo puede conocer todo que no cuando sólo unos pocos disponen de la información correspondiente.

Alguien debería tomarse en serio el deterioro de la información económica que estamos sufriendo en España en los últimos años.

En otros países, en los que se deja funcionar el Parlamento, suelen ser los representantes del pueblo los que discuten estas cuestiones. Aquí en España, mientras el Parlamento siga sin poder controlar la acción del Gobierno, va a ser difícil que avancemos en la mejora de la información económica.

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