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Secretos de despacho
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

En Coca-Cola, sobriedad

El presidente Marcos de Quinto trabaja en un espacio amplio, despejado de papeles y con rotundo mobiliario de madera combinada con piel color verde, donde no hay nada que le recuerde la marca para la que trabaja. Asegura que la lleva en el corazón

Si alguien puede llegar a pensar que el despacho del presidente de Coca-Cola en España es un espacio juvenil y desenfadado, como la famosa chispa de la vida, se equivoca. El lugar de trabajo de Marcos de Quinto se caracteriza por una gran sobriedad y seriedad en los elementos decorativos. Una mesa de madera, butacas y sillas ribeteadas en piel de color verde. Reconoce que es el despacho que heredó cuando fue ascendido a presidente en enero de 2000. 'No le doy especial importancia a la decoración, no soy nada exigente, pero además viajo mucho, asisto a comidas de trabajo y cuando estoy en el trabajo me gusta moverme por la casa y hablar con el resto del personal'. Asegura que en Coca-Cola se siente como en casa. No en vano lleva 20 años en la compañía, donde ha ocupado distintos cargos, principalmente en el área de marketing.

Ingresó en 1982 en Coca-Cola, hasta que en 1988 se fue a ocupar el puesto de director de la red sur de agencias de BSB Advertising. En 1990 fue nombrado director de servicios de marketing en Coca-Cola España. Dos años más tarde, emprende la aventura, con este mismo cargo, en Asia. En 1995 aterriza en la filial de la compañía en Alemania. Un año más tarde regresa a España como director general de la compañía, de la que se marcha durante un año para ser presidente de la Asociación Española de Anunciantes. Hace poco más de dos años volvió a Coca-Cola.

En el despacho, además del minibar con refrescos, sólo hay una alfombrilla para manejar el ratón del ordenador con la marca de Coca-Cola. De Quinto le echa poesía al asunto y asegura que prefiere llevar la marca en el corazón y no en los objetos publicitarios. 'La gente que entra nueva en la empresa suele rodearse de cosas y poner sobre la mesa objetos de la marca. Yo la llevo dentro del corazón'.

Las paredes están adornadas con cuadros de la colección de pintura de arte moderno de la Fundación Coca-Cola. 'Me gusta el arte y la fotografía, y qué mejor que tener expuesto obras nuestras'. A lo que es muy aficionado, dan fe de ello varias fotografías, es a los todoterrenos. También guarda como recuerdo varios testimonios gráficos de una visita de trabajo a Tailandia, con el presidente mundial de la compañía, cuando Coca-Cola levantó la primera piedra de la fábrica de Vietnam.

Lo que no hay en el despacho son fotografía de su familia. Le ocurre como con los objetos de la marca, los tiene siempre presentes. 'No necesito tenerlos en mi entorno para acordarme de ellos. Los tengo siempre en mi cabeza y en mi corazón'.

Marcos de Quinto, madrileño de 43 años, economista y máster en Dirección de Empresas por el Instituto de Empresa, opina que las cualidades que debe tener cualquier directivo que se precie son 'flexibilidad, anticipación -las cosas suceden a una gran velocidad- y capacidad para conseguir equipos'. En cuanto a esto último, aclara que el trabajo ya no es cosa de uno solo, sino del trabajo de todo un equipo.

Cuenta con una plantilla de 185 personas, de las que asegura se siente responsable. 'Me siento obligado de todo el negocio, del directo y del indirecto, de lo que pasa aquí y de lo que ocurre en las embotelladoras'. Explica De Quinto que si de algo hace gala es de su buen humor. 'El negocio, y el trabajo mismo, está sometido a una gran presión y a una gran competencia por parte del mercado, pero es en esos momentos cuando tienes que tener es sentido del humor'. Y no es falsa modestia cuando reconoce que 'si algo hago bien es transmitir relajación y tranquilidad a pesar de la presión del trabajo'.

El orden de Virgo

 

En el amplio despacho de Marcos de Quinto, en el que se incluye una generosa sala de reuniones y un espacio con sofás para las visitas, reina el orden. Ni un papel fuera de sitio. El secreto, dice su inquilino, puede estar en su signo zodiacal: Virgo. 'Es algo propio de nuestro signo. Solemos ser bastante ordenados, nada puede estar fuera de lugar'. Por lo demás, le gusta que su despacho sea espacioso y nada abigarrado. 'Lo que más me gusta, y eso se convierte en una obsesión, es tenerlo despejado. De esta manera puedes tener la mente despejada para poder pensar'.

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