Argentina lastra la banca
El primer trimestre del presente ejercicio no ha sido tan negativo como se preveía a finales del pasado año. Los cinco primeros grupos financieros españoles -Santander Central Hispano, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y el Banco Popular- cerraron los tres primeros meses con un beneficio atribuido de 1.756 millones de euros, lo que representa un aumento del 2,9%. Aunque hay que remontarse al primer trimestre de 1996 para encontrar un incremento menor del beneficio, lo cierto es que las previsiones iniciales auguraban crecimientos inferiores, sobre todo en el negocio doméstico, en el que la recesión económica ha tenido un escaso impacto.
Han sido las inversiones que estos grandes grupos poseen en Argentina las que han lastrado los resultados. El efecto que la crisis del país ha tenido en la cuenta de resultados ha sido doble. Por una parte, lo que han dejado de ganar tanto el Santander Central Hispano como el BBVA en sus filiales argentinas, Banco Río y Banco Francés, respectivamente, al contabilizar beneficio cero en sus cuentas consolidadas. Por otra, todas las entidades, a excepción del Banco Popular, han reflejado en sus resultados mayores provisiones y menores ingresos provenientes de sus empresas participadas con presencia en Argentina.
La Caixa y el Santander han sido los dos grupos que más han sufrido este efecto tango. La primera caja de ahorros española cerró el trimestre con una caída del beneficio del 6,70%, mientras que el banco que preside Emilio Botín sólo mejoró su resultado un 0,34%. El Santander, aun así, mantiene sus previsiones de cerrar el año con un incremento del 10%, para lo que cuenta con una fuerte reducción de costes, que le ha llevado a poner en marcha un plan para recortar su plantilla un 10% mediante la prejubilación de 11.000 empleados. El BBVA ha salido mejor parado. Sus beneficios crecieron un 6%, porcentaje ligeramente superior al previsto de media por los analistas. Este banco ha logrado sortear favorablemente el efecto de las cuentas secretas que se dieron a conocer públicamente el pasado 22 de marzo. De hecho, el banco mantiene que no se han producido salidas de depósitos por este escándalo en el primer trimestre, e incluso apuestan por aumentar su cuota de mercado en España en los próximos meses.
Es cierto que todos aseguran que sin el impacto argentino los resultados del trimestre hubieran crecido mucho más, pero es igualmente verdad que las previsiones iniciales eran más pesimistas de lo que realmente ha ocurrido, sin que Argentina haya dado muestras de mejorar. Por ello, todos aseguran que al final de año, y una vez neutralizado el efecto del país suramericano, la cuenta de resultados mejorará progresivamente, que lo peor ha pasado (salvo sorpresas inesperadas) y que los objetivos para 2002 pueden incluso superarse. De cualquier forma, la banca española se ratifica en su opción por la prudencia, y sobre todo, tras las últimas experiencias, que han sido más negativas que positivas. La solvencia de la banca española sigue garantizada.