Greenspan se muestra cauto y atenúa el optimismo por el alza de la productividad
El mensaje de la autoridad monetaria apenas varió sobre las últimas comunicaciones. 'La actividad económica ha recibido un impulso considerable', dijo la Fed en su comunicado. 'Sin embargo, la fortaleza de la demanda final en los próximos trimestres, un elemento esencial para la recuperación económica sostenida, es aún incierta', advirtió. Por ello, el banco decidió mantener invariables los tipos en un claro signo de apoyo a los consumidores y a la inversión empresarial.
El mensaje, no obstante, azuzó las dudas de los inversores y a poco del cierre las ganancias se limitaron. El Dow Jones logró finalmente mantener el tono alcista, ganó un 0,29%. Más complicado fue para el Nasdaq, que cayóun 0,3%. En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono a 10 años cayó en principio para recuperarse posteriormente.
Antes de conocerse la decisión, tanto la Bolsa de Nueva York y como Nasdaq se habían situado en positivo, si bien las alzas fueron menos claras en el caso de los valores tecnológicos. La cautela, en cualquier caso, presidió la negociación a la espera de conocerse la visión de la autoridad monetaria sobre el estado de la economía, más que la decisión en sí, que se daba por hecho que sería la de mantener el precio del dinero.
El dato de productividad no agrícola fue el verdadero responsable del optimismo. La productividad de la economía estadounidense creció en el primer trimestre un 8,6%, la mayor tasa registrada en los últimos 19 años, desde la recuperación de 1983. Asimismo, los costes laborales unitarios, indicador de la presión de los salarios, cedieron un 5,4% en el periodo. Estas cifras superaron con creces las expectativas.
Sin embargo, los expertos trataron de evitar la euforia. 'Igual que con los datos del PIB, el fuerte crecimiento de productividad puede ser malinterpretado como un signo de que los problemas cíclicos a corto plazo se han eliminado', advertían los analistas de Salomon Smith Barney.
Los sectores más beneficiados por la decisión del banco central fueron, tal y como cabría esperar, la banca y las firmas relacionadas con el consumo, especialmente las de ventas minoristas.
Las tecnológicas, por su parte, tuvieron resultados dispares. Por un lado, persiste la crisis por las excesivas valoraciones de muchas de estas compañías, especialmente en un entorno de crecimiento moderado como el que apuntan los indicadores económicos. Por otro, se palpaba cierto nerviosismo por los resultados de Cisco, que serían presentados al cierre de la sesión. La compañía de programas informáticos sumó un 1,32%.
Entre las noticias empresariales, la compañía aeroespacial United Technologies confirmó las previsiones de resultado. Sumó un 1,37%.
Por el contrario, el sector informático volvió a sufrir cierto nerviosismo tras la publicación de una supuesta comunicación interna de IBM en una página de Internet. Según la firma Annex Research, el presidente de IBM, Samuel Palmisano, envió en abril a los trabajadores una nota en la que indicaba que la actividad en el sector es todavía débil. El valor, que la víspera había cedido un 7% sin noticias elevantes, ganó ayer un 0,8%.
Las recomendaciones de los analistas fueron, asimismo, responsables de movimientos notables en el sector tecnológico. Hewlett-Packard amplió las subidas en el segundo día de cotización como empresa fusionaba tras la compra de Compaq. La empresa se anotó un 1,21%, después de que Morgan Stanley mejorara la valoración.
Minas de oro y telefónicas de móviles, cara y cruz del mercado
Los sectores del oro y de las telecomunicaciones móviles representan la cara y la cruz de los mercados estadounidenses en lo que llevamos de año. Mientras el primer grupo acumula una revalorización superior al 38% desde enero, las operadoras de telefonía celular pierden de media más del 47%.
La debilidad patente de los mercados de acciones ha propiciado que los inversores apuesten por activos alternativos, como las materias primas. En lo que va de año, el precio del petróleo, oro y platino ha repuntado, alentado, entre otros factores, por el conflicto en Oriente Próximo y la debilidad del dólar.
Los expertos explican que es la fatiga de las Bolsas y la búsqueda de nuevas opciones de inversión lo que ha impulsado estos activos, más que las expectativas de crecimiento que ofrecen.
Además de las empresas relacionadas con el oro, otras compañías de materias primas aparecen entre las más rentables del S&P 500 en el año. Así, el índice sectorial de metal y cristal suma un 31% desde enero, el índice de empresas mineras gana un 21%, y el de compañías madereras, el 20%.
El polo opuesto lo ocupan las empresas de telecomunicaciones móviles. Las sucesivas rebajas de previsiones de estas compañías, ante la debilidad del crecimiento de la clientela, junto a los altos niveles de deuda que mantienen ha provocado el derrumbe de estas empresas. Entre las mayores caídas, AT&T Wireless baja desde enero un 40%, y Nextel y Sprint bajan cerca del 57%.
Tampoco les ha ido mucho mejor a los fabricantes de equipos de comunicaciones, principales víctimas de los programas de recortes de gasto de las telecos. Estas empresas también han sido responsables en gran medida de la desconfianza hacia las empresas de la nueva economía debido a las sucesivas rebajas de expectativas. Nortel baja en el año un 64%, mientras Ciena y JDSU pierden el 56%.