Bruselas cifra el coste social del ruido en el 0,1% del PIB europeo
El Parlamento Europeo votará el próximo 15 de mayo el proyecto de directiva sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, que, previsiblemente, aprobará, ya que se acaba de consensuar el texto con el Consejo de Ministros. El Ejecutivo europeo ha cifrado en más de 10.000 millones de euros -el 0,1% del PIB en Europa- anuales el coste que la exposición continuada al ruido provoca en más en 100 millones de europeos. Las medidas para paliar esa situación supondrían un 10% de ese coste, es decir, un desembolso de unos 1.000 millones de euros.
La promulgación de la directiva que establecerá las líneas básicas de actuación de la política contra el ruido en toda la Unión Europea está a punto. Los quince ministros de Medio Ambiente han limado los últimos aspectos del texto, que podría entrar en vigor este mes, tras su previsible aprobación por la Eurocámara el próximo día 15.
La directiva pretende armonizar los diversos métodos de evaluación de la exposición al ruido a fin de obligar a los ayuntamientos a diseñar 'mapas de ruido' que permitan recopilar información sobre la situación de contaminación acústica de cada ciudad, para luego paliarla.
Debido a la incertidumbre que ha generado esta directiva sobre los costes que puede suponer su aprobación, la Comisión Europea ha intentado evaluarlos. Cifra el coste de la elaboración de los mapas de ruido en las ciudades entre 0,15 y 2 euros por habitante. Aunque no ha conseguido concretar los costes para los planes de acción para reducir el número de ciudadanos expuestos a las molestias del ruido, estima que no superarán el 10% de las pérdidas económicas actuales por los daños producidos, que se estiman entre 10.000 y 40.000 millones de euros al año.
La Comisión calcula que unos 100 millones de europeos están expuestos a las molestias del ruido ambiental, de los que 20 millones padecen graves alteraciones del sueño y pueden estar sufriendo distintos tipos de enfermedades inducidas por el ruido.
En España se calcula que al menos nueve millones de personas soportan niveles medios de 65 decibelios, lo que, según algunos estudios parciales -discutidos por los expertos, por la falta de consenso en los métodos de evaluación-, coloca a los españoles sólo por detrás de los japoneses como los más expuestos a los riesgos de la contaminación acústica. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niveles de ruido durante el día no superen los 55 decibelios, aunque la lesión auditiva sólo se produce por una exposición continuada. De ahí que muchas asociaciones vecinales de ciudades españolas se hayan unido en una federación para luchar contra este mal (www.ruidos.org).
Ordenanza ejemplar
El Ayuntamiento de Madrid se precia de tener 'la ordenanza más moderna de Europa' de protección contra la contaminación acústica, que, según los vecinos de los barrios de Chueca, Sol, Atocha y Tres Cantos, no se cumple, porque a los infractores les merece la pena hacer frente a las multas. Plácido Perera, jefe de la unidad de control acústico del Ayuntamiento de Madrid, minimiza la importancia de que el 60% de los madrileños esté expuesto a niveles de ruido ambiental diurno superiores a los 65 decibelios. En su opinión esto es fruto del escaso aislamiento de que disponen la mayor parte de las viviendas en el centro de la ciudad.
Entre tanto, se acumulan algunas sentencias a favor de los afectados. En Alicante, la Audiencia Provincial confirmó el pasado mes de marzo la sentencia que condenaba a la empresa Mármoles Abadmar a indemnizar a una familia con 24.000 euros por las molestias sonoras que les causaba.