Jazztel condiciona el canje de deuda al acuerdo del 75% de los bonistas
Jazztel y los tenedores de los 676 millones de euros en bonos de alto riesgo que tiene la compañía están condenados a entenderse, coinciden los analistas financieros consultados. Precisamente por ello, sin embargo, la negociación entre las partes para el canje de la deuda en acciones puede dilatarse en el tiempo. El calendario oficioso de la operación, de hecho, no prevé que se cierren las conversaciones antes de finales de mes.
Según fuentes financieras, Jazztel necesita poner de acuerdo a una mayoría consensuada de los bonistas para que la operación sea un éxito. La cifra mágica estaría en el entorno del 75%, explican las mismas fuentes. El verdadero problema, con todo, no se encuentra tanto en la necesidad de convencer a los tenedores de la deuda cotizada de la compañía de la urgencia del canje como en las aspiraciones que tengan sobre el efectivo del que dispone Jazztel.
La conversión de deuda en acciones es una operación que gana adeptos cada día que pasa. De hecho, y según datos de Bloomberg, en lo que va de año el volumen de los acuerdos para canjear bonos por títulos ha igualado al de las colocaciones en Bolsa de nuevas compañías cotizadas. Los bonistas son conscientes de que la operación supone una pérdida de valor para ellos, ya que nunca van a recuperar el nominal de sus bonos, pero también que la situación no deja lugar a muchas salidas. La única opción sería rechazar el canje, ante la previsión de que la liquidación de los activos de la empresa sea más favorable económicamente.
Otra vez, sin embargo, entran en juego unas condiciones de mercado que ponen muy difícil la venta a buen precio de los activos de estas compañías.
Por ello, fuentes del mercado creen que la verdadera discusión en el canje propuesto por Jazztel va a estar en la cantidad de efectivo que incluya la oferta y que se sume a las acciones. La operadora fundada y presidida por Martin Varsavsky contaba con recursos financieros de 462,9 millones de euros a cierre de 2001. De esta cantidad, la posición de liquidez ascendía a 287,9 millones.
Financiación del negocio
Los bonistas son conscientes de la existencia de esta tesorería y Jazztel tiene claro que la inclusión de este efectivo o parte de él en la oferta haría más fácil la negociación. Sin embargo, destinar estos fondos al pago de una prima dineraria pondría en peligro la financiación del plan de negocio de la operadora hasta su entrada en rentabilidad, un aspecto que la operadora quiere evitar a toda costa dada la actual imposibilidad de conseguir más financiación en el mercado.
Con este escenario, la única cantidad que Jazztel estaría dispuesta a abonar a los bonistas en el peor de los casos son los 98,3 millones de euros que tenía a diciembre de 2001 en una cuenta indisponible destinada a pagar los intereses de la deuda.
Estas cantidades, con todo, serán inferiores cuando Jazztel publique sus resultados del primer trimestre, el próximo jueves. Entre octubre y diciembre de 2001, la operadora utilizó 64,28 millones de tesorería para financiar su actividad y pagar los intereses de los bonos, y una cifra similar se prevé para el periodo cerrado en marzo.
A la espera de que Jazztel llegue a un pacto con los bonistas y presente las nuevas previsiones de negocio, los inversores están dando claras muestras de sus reticencias sobre el valor. Desde que la operadora anunció el plan de canje y después de la fuerte subida inicial, las acciones han caído un 28,5% de su valor. La capitalización bursátil se ha reducido a 153,33 millones, con lo que el valor de Jazztel en Bolsa es inferior a su tesorería.