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El logotipo de Pegaso desaparece tras 55 años

Pegaso, el mítico caballo alado, ha pasado al imaginario colectivo español más que por sus peripecias por representar a toda una generación de camiones que poblaron las carreteras españolas. 55 años después de que los primeros bocetos de aquel caballo apareciesen en los frontales de los vehículos que salían de las líneas de Enasa (Empresa Nacional de Autocamiones), su actual propietaria, la italiana Iveco, ha tomado la decisión de unificar su imagen también en España e ir difuminando el logotipo de Pegaso hasta su desaparición.

'Por mucho que lo sintamos todos, porque es una figura muy querida, es normal que Iveco opte por unificar su imagen en todos los países donde opera', explicó una portavoz de Iveco-Pegaso, que con todo no quiso precisar el tiempo que permanecerá aún en algunos vehículos o en los concesionarios el logotipo. Un tiempo que, a juzgar por los últimos lanzamientos de la marca, que pertenece al grupo Fiat, y por las noticias que llegan a los concesionarios, no será muy largo.

De hecho, la gama media de Iveco, el Eurocargo Tector, ha dejado de llevar el logotipo de Pegaso en el frontal como hasta ahora, mientras que el último lanzamiento de la casa matriz, el Stralis, de gama pesada, ya no se ofrece personalizado para el mercado español, como ocurre con el resto de modelos del mismo segmento, Eurotech, Eurostar y Eurotrakker. Además, algunos concesionarios ya saben que Iveco va a sustituir sus letreros por unos nuevos en los que sólo aparecerá la banda tricolor de Iveco.

La historia de Pegaso se remonta a 1946, cuando el Instituto Nacional de Industria (INI) creó Enasa, una continuación de Hispano-Suiza, ya que se forzó la compra de sus instalaciones y patentes, y puso al frente a Wifredo Pelayo Ricart, un ingeniero que por entonces trabajaba para Alfa Romeo.

Cuentan que Ricart coincidió en aquella época con Enzo Ferrari, con quien mantuvo serias desavenencias. Quizá por eso a su llegada a España eligió el caballo como símbolo de la empresa, tal vez para competir con los deportivos que también fabricó la compañía, con el cavallino rampante de Ferrari. Tras varios bocetos, el propio Ricart dibujó al animal en posición de cabriola enmarcado en un círculo, demostrando su fuerza y agilidad, boceto que perfiló en 1956 el escultor Gabino Amaya.

El nombre Pegaso, que en un principio sirvió para bautizar al primer camión, se impuso en la empresa que creció produciendo numerosos modelos, desde el Mofletes de 1947 hasta el Troner de 1984. Los trabajadores de la empresa tuvieron hasta su propia Ciudad Pegaso. En la década de los ochenta colaboró con MAN para fabricar autobuses y en 1990 el INI vendió la compañía a Iveco. Ahora, Pegaso alza el vuelo.

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