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'Telecos'

Telefónica compra Pegaso y pasa a ser la segunda operadora de móviles mexicana

Ha sido necesario más de un año de negociación, pero Telefónica consiguió ayer presentarse ante los analistas reunidos en Sevilla con un anuncio que hacer: la compra del 65% de la operadora celular Pegaso o, por lo menos, una carta de intenciones para ello. Tras una etapa de inmovilismo, Telefónica ha presentado esta adquisición como el inicio de una nueva época en la compañía, en la que se buscará el crecimiento con adquisiciones y compras selectivas en Latinoamérica y Europa. Por el momento, ya es la segunda telefónica de móviles en México.

Estaba previsto que el anuncio se produjera hoy y que corriera a cargo del presidente de Telefónica Móviles, Luis Lada, pero César Alierta prefirió dar de primera mano y cuanto antes la noticia a los 300 analistas reunidos por la compañía en Sevilla para la segunda conferencia de este tipo que realiza la operadora. Después de, al menos, un año de negociaciones, Telefónica ha logrado firmar una carta de intenciones para comprar el 65% de la operadora de móviles mexicana Pegaso.

La aceleración del anuncio impidió que la operadora diera más datos, como el número de clientes, el precio pagado o la fórmula de pago. Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía aseguran que Pegaso cuenta con cerca de un millón de usuarios y que el dueño del 35% que Telefónica no compra es el magnate Alejandro Burillo Azcárraga.

El objetivo de la operadora es dar un segundo paso y fusionar Telefónica Móviles México (la matriz de las cuatro operadoras celulares compradas a Motorola y que cuenta con 1,2 millones de clientes). Como resultado de esta operación, Burillo reducirá su participación al 10% y Telefónica conseguirá ser la segunda compañía de móviles del país, por detrás del gigante América Móvil, de Telmex.

La empresa española también logra tener cobertura nacional, ya que la compra de los activos de Motorola sólo le dio licencias para determinados Estados del norte de México. A partir de ahora, Telefónica Móviles tiene permiso para dar servicios allí donde vea oportunidades de rentabilizarlo.

Debilidad financiera

La situación de Pegaso, sin embargo, no es buena. De hecho, los acreedores, más que los accionistas, han sido los verdaderos artífices de una venta que se ha retrasado sistemáticamente por los problemas financieros de la compañía comprada. Las mismas cifras que desvelará hoy Telefónica lo confirman. El 100% de la operadora celular está valorado en el entorno de los 1.600 millones de euros, pero la más que elevada deuda que acumula y otros condicionantes hacen que la factura a pagar por Móviles difiera mucho de este número.

El refuerzo de la posición de Telefónica en México se ha conseguido no sin dar antes muchos pasos en falso. La operadora negoció en el pasado la compra de otras compañías de móviles (Unefón, por ejemplo), e incluso de una televisión (TV Azteca). Ya con Alierta hubo conversaciones con el gigante Telmex, que se rompieron por diferencias con Carlos Slim.

César Alierta presentó este movimiento ante los analistas como un anticipo de la nueva etapa de Telefónica, en la que se pretende poner fin al inmovilismo. La consigna ahora es utilizar lo que consideran una posición financiera fuerte para crecer con adquisiciones selectivas, inversiones, alianzas o acuerdos en Latinoamérica y Europa y manteniendo siempre el control de las compañías. El mensaje, sin embargo, es muy parecido al que dio el año pasado en Río de Janeiro y que tuvo pocas repercusiones concretas.

Con todo, los cambios en Telefónica y la necesidad de no quedarse estancada no han llegado tan lejos como para olvidar la precaución que ha presidido el mandato de Alierta. Así, todas las referencias a crecimiento no orgánico, es decir, con adquisiciones, van precedidas de la palabra 'conservador'.

Las áreas de crecimiento definidas ahora como prioritarias son las mismas que las anunciadas en Brasil: Latinoamérica y Europa. En la primera zona, Brasil y México serán claves y, en la segunda, las oportunidades se abrirán con el proceso de reestructuración en ciernes.

El único cambio con respecto a la conferencia del año pasado está en el tratamiento del UMTS. La tercera generación de móviles europea ya no es un objetivo irrenunciable, sino una inversión que hay que minimizar. Alierta, incluso, llegó a asegurar ayer que en las posiciones en UMTS fuera de España Telefónica 'está abierta a opciones que permitan conseguir un atractivo retorno', lo que implícitamente reconoce la posibilidad de vender siempre que se recupere y rentabilice la inversión.

Para España, mientras tanto, y en lo que a telefonía fija se refiere, las claves están en el crecimiento en banda ancha (ADSL) y en la reducción de inversiones. El objetivo para este año es reducir entre un 10% y un 15% los desembolsos, a pesar de la expansión del ADSL, que será rentable cuando supere el millón de conexiones. El crecimiento de esta filial, tanto en ingresos como Ebitda, será casi plano y con tendencia positiva hasta 2005.

Quien no dio previsiones fue Terra Lycos, que centró su presentación en el modelo a seguir para salir de la crisis y que pasa por dar contenidos de pago y servicios integrales de marketing a los clientes.

Congelada la inversión en Argentina, que lastrará los resultados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Telefónica se esforzó por presentar ante los analistas la imagen de que ya está todo controlado en Argentina. Sin embargo, no pudo dejar de reconocer que, tal y como se desarrollan los acontecimientos, seguirán llegando malas noticias del país austral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como primera medida para minimizar el riesgo, Telefónica ha congelado todas las inversiones en Argentina y ha frenado en seco el plan de crecimiento en el norte del país. También ha fijado una estricta política de desconexiones y ha provisionado parte de los riesgos por impago.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de esto, Argentina seguirá siendo un lastre para los resultados de Telefónica Latinoamérica durante 2002. Los ingresos de la filial caerán este año entre un mínimo del 3% y un máximo del 5%. Y peor le irá al Ebitda (flujo de caja operativo), con retrocesos del 6% al 8%. A partir de ahí, Telefónica asegura que se producirá la recuperación y la filial latinoamericana crecerá a un ritmo anual del 7% al 9% en ingresos entre 2003 y 2005 y entre el 6% y el 8% en Ebitda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para el resto de las participaciones en Latinoamérica, la perspectiva es halagüeña, incluso para la venezolana Cantv, donde Telefónica asegura estar interviniendo en la gestión, algo que no sucedía antes de la opa fallida de AES.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En un movimiento que recordó mucho a su predecesor, Juan Villalonga, Alierta presentó un nuevo negocio. Su nombre es Atis, y su objetivo, maximizar las sinergias de grupo, con plataformas conjuntas de actividad centradas en las tecnologías de la información, así como estudiar las áreas de mayor potencial de la compañía y proponer la externalización de las que no lo tienen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Según los cálculos realizados para Latinoamérica, Atis puede aportar ahorros de costes y sinergias por valor de 316 millones de euros hasta 2005. Para evitar confusiones, Telefónica quiso dejar bien claro a los analistas que Atis 'no es un proyecto sobre el papel; es una realidad'.

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