La crisis aeronáutica obliga a Aerosur a reducir plantilla
Aerosur ha pasado de tener 220 trabajadores a quedarse sólo con los 87 fijos de la compañía. La empresa andaluza integrada en el consorcio Andalucía Aeroespacial ha dejado expirar sin renovación los contratos de 133 trabajadores eventuales, adscritos principalmente al programa de fabricación de componentes del avión regional de la brasileña Embraer 145 para la vasca Gamesa.
Los trabajadores no renovados venían realizando el ensamblaje de las alas hasta que la aeronáutica vasca decidió trasladar toda la producción a su central en Vitoria, una medida que justificó por la crisis del sector tras los atentados en EE UU.
El presidente de Aerosur, Daniel de la Cruz, afirma que ésta es la principal causa de la situación pero no la única. Boeing, firma estadounidense con la que Andalucía Aeroespacial tenía subcontratas directas de componentes del modelo B-717, ha rebajado también la cadencia de fabricación del modelo, lo que lleva a la incertidumbre al consorcio. El más afectado en este caso es Aerosur, empresa que realizaba la mayor parte del trabajo. Daniel de la Cruz estima que la cadencia de fabricación pasará de entre cuatro y cinco modelos al mes a 1,5 modelos. El consorcio andaluz viene realizando para este avión la puerta y el marco del tren de aterrizaje así como los alerones.
La suspensión de pagos presentada por el constructor aeronáutico alemán Dornier ha dejado en un compás de espera todos los trabajos de subcontratación pendientes para su modelo Do-728 Jet, del que Aerosur hacía, también a través del consorcio Andalucía Aeroespacial, diversas piezas.
Por último, en los planes de subcontratación de EADS-CASA no está clara la participación de Andalucía Aeroespacial.
La compañía española integrada en EADS forma parte actualmente de la división de aviones de transporte militar de EADS, que ha diseñado ya un cuadro de futuras empresas colaboradoras en el que no figura por el momento el consorcio andaluz pese a los reiterados intentos del consejero andaluz de Empleo y Desarrollo Tecnológico, José Antonio Viera, de convencer a la aeronáutica europea para que deje la máxima subcontratación en la región.
Ayudas públicas
La consejería que dirige Viera estudia en estos momentos un mecanismo de ayuda para Aerosur tras el plan de viabilidad presentado por la empresa ante la posibilidad de que la empresa tenga que reducir plantilla mediante despidos.
Se trata de una carrera contrarreloj. La viabilidad económica de las empresas subcontratistas aeronáuticas andaluzas está garantizada sólo si son capaces de aguantar hasta la llegada de la carga de trabajo que supondrán los aviones europeos -el A-380 o superavión europeo, y el A-400M, el avión de transporte militar de Airbus-, en cuya fabricación participarán activamente los centros de CASA en Andalucía.
La incertidumbre sobre la carga de trabajo que finalmente recaerá en las subcontratistas andaluzas refleja la tensión que se vive actualmente en el seno de EADS. Su filial, Airbus, controla actualmente los dos grandes proyectos del grupo, descabezando a divisiones de EADS como la de transportes militares, que dirige el español Alberto Fernández, presidente de CASA y recién dimitido al frente de la división militar de Airbus. El centro de poder, es decir, la toma de decisiones sobre la estrategia a seguir en las factorías andaluzas con respecto a ambos proyectos está íntegramente en manos de los directivos de Toulouse (Francia).