Endesa descarga sobre Pizarro el reto europeo
El crecimiento de æpermil;lectricité de France (EDF) y de los líderes alemanes Eon y RWE es uno de los síntomas de esa estrategia, y en ella se apoyan los que aconsejan que otras compañías, como Enel, Suez, Endesa o Iberdrola, no minusvaloren el imparable ascenso de esas grandes compañías europeas.
Fuentes consultadas señalan que un banco de negocios ha vuelto a desempolvar los estudios sobre una fusión en el mercado español, operación que ya no podía abordar el todavía presidente.
La actual estrategia de Endesa, que Pizarro conoce desde dentro como vicepresidente del grupo, se basa en la vuelta al negocio tradicional: el energético (gas y electricidad), y en la concentración en el mercado español, italiano, francés y en el de América Latina. Una política ortodoxa en alguna medida similar a la diseñada por el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en la que se han suprimido algunas de las actividades que iban a convertir a Endesa en una multiutility.
Pizarro, pese a que será presentado en las próximas semanas ante analistas y otros medios, perfila con más tiempo su política para darla a conocer después del verano, según medios consultados. No será profundamente rupturista ni con el actual equipo, dirigido por el consejero delegado Rafael Miranda, ni con la política puesta en marcha, subrayan las mismas fuentes, dada además la complejidad de la actividad eléctrica. No obstante, añaden que la empresa se enfrenta a retos importantes que obligarán a la toma de nuevas y significativas decisiones.
Pizarro llega además a Endesa a pocos meses de la apertura de los mercados energéticos a todos los consumidores, pero cuando las eléctricas, en mayor o menor grado, se enfrentan a problemas de imagen tanto por la calidad de los suministros como por posibles pactos de precios.
Y esos aspectos han influido en ocasiones negativamente en las relaciones de la compañía con las diferentes autoridades autonómicas. Endesa, según los expertos, debe todavía consolidarse como marca.
La empresa debe resolver, asimismo, su permanencia o salida del área de telecomunicaciones, es decir, del grupo Auna, que todavía frena sus resultados, y sin cuantificar al 100% el impacto de la debacle del canal digital Quiero. El líder eléctrico español vuelve a tener una posición claramente vendedora en ese negocio, pero en unos momentos en los que no aparecen compradores. En Auna, en donde el SCH ha tomado un claro peso, se están mostrado ahora claramente las divergencias con otros socios del proyecto.
Los resultados de Endesa del primer trimestre de este año han reflejado algunos de los problemas del grupo, que son conocidos desde dentro por el que será su nuevo presidente. Las plusvalías por la venta de Viesgo han salvado el beneficio neto, marcado negativamente por la caída del resultado de explotación y la influencia de la crisis argentina, que impulsó unos resultados financieros negativos por 869 millones de euros. Endesa ha superado, según los analistas, la peor parte de ese impacto y ha reducido drásticamente su riesgo en el país andino, mientras que se beneficia de la mejor salud económica de Chile.
No obstante, algunos analistas también consideran preciso que dé por concluido definitivamente su intento de toma de control de dos eléctricas holandesas, en las que las autoridades no le permiten tomar la gestión.
Consejo
Los mismos medios estiman que Pizarro sí afrontará una remodelación del consejo de administración, tanto en su composición como en su organización. El órgano de gobierno del líder eléctrico está compuesto básicamente por consejeros independientes, nombrados a instancias de Martín Villa.
Y respecto a la gestión, de momento el cambio que deberá decidir a corto plazo es el del responsable del área de América Latina, que se dirige en gran parte desde Santiago de Chile, ya que su titular, Alfredo Llorente, vuelve a España.
Garantía laboral tras la reorganización societaria
El marco de las relaciones laborales en Endesa comienza a despejarse. El pasado 26 de abril, empresa y sindicatos cerraron un preacuerdo para ampliar las garantías de los trabajadores ante la reordenación societaria del grupo eléctrico que presidirá dentro de unos días Manuel Pizarro.
El pacto, que deberá ser rubricado por el nuevo consejo de administración liderado por Pizarro y por la propia plantilla, supone dar estabilidad a una compañía que tiene, como principal objetivo, ser una de las referencias de su sector en el mundo. A falta de algunos flecos, el acuerdo supondrá la externalización de los fondos de pensiones de algunas de las sociedades del grupo, la política de creación de empleo y la de prejubilaciones, así como el establecimiento de un marco de garantías para los trabajadores que pasarán a engrosar la nómina de alguna de las compañías encuadradas en las principales líneas de negocio: Endesa Energía, Endesa Red (incluye distribución y operaciones comerciales), Endesa Diversificación y Endesa Internacional.
Consolidar este acuerdo será una de los deberes que deberá realizar Pizarro y su equipo. Esta estrategia supondrá emplearse a fondo sobre todo cuando Endesa es un grupo que ha aumentado considerablemente su músculo estos últimos años mediante la compra, fundamentalmente, de compañías de su sector con convenios diferentes y con distintos marcos de relaciones laborales.
Esa operación de integración está a punto de digerirse y ahora falta que no se indigeste el nuevo preacuerdo de cara a la liberalización que se producirá en enero de 2003.