La Asociación de Ingenieros de Informática critica el escaso uso del dominio '.es'
En España se utilizan poco los dominios con terminación .es si se compara con otros países. La Asociación de Ingenieros en Informática calcula que sólo hay un dominio .es por cada mil habitantes, una proporción muy pobre si se compara con los 12 por cada mil italianos y los 2,5 por cada mil portugueses que usan sus terminaciones nacionales a la hora de registrar direcciones en Internet.
Esta asociación que reúne a los ingenieros de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Galicia y Madrid, cree que esta falta de interés por los dominios .es responde a un mal concepto de la gestión de los registros por parte de las autoridades.
La Asociación de Ingenieros de Informática cree que es necesario cambiar el enfoque del Plan Nacional de Dominios y su puesta en práctica.
'Cualquiera debe poder registrar el nombre de dominio .es que desee, inmediatamente, por procedimientos telemáticos y a un precio competitivo', alegan los informáticos en una propuesta que han hecho llegar al Ministerio de Ciencia y Tecnología. 'Y, poder consultar quién es el propietario de un nombre, gratis, con seguridad y en cualquier idioma', añaden.
Ninguna de estas circunstancias se da en la actualidad a la hora de registrar un dominio .es, lo que está propiciando que las empresas y particulares opten por dominios .com o .net, que resultan mucho más sencillos de obtener.
La Asociación de Ingenieros de Informática propone una serie de medidas para conseguir un sistema de registro más abierto y competitivo. Según esta asociación se mantiene una óptica demasiado administrativa, en la que no se está teniendo en cuenta la opinión de los verdaderos actores que actúan en el registro de dominios.
Además, reclaman que se establezca una mayor transparencia en la resolución de conflictos a la hora de asignar los dominios y resolver los casos de ciberocupación. El Plan Nacional de Asignación de Dominios sólo habla de una autoridad pública y no da cabida a la creación de códigos de conducta ni a mecanismos de arbitraje.