El gasto militar y las bajadas de impuestos colapsan las finanzas de Estados Unidos
El Tesoro de EE UU anunció el pasado miércoles que a mediados de mes alcanzará el límite máximo de endeudamiento que le permite la ley presupuestaria (5,95 billones de dólares, 6,54 billones de euros) y que, si el Congreso no aprueban un aumento de ese techo, 'con la actual capacidad de endeudamiento sólo podrá cubrir las necesidades del Gobierno hasta finales de junio'.
Aunque responsables del Tesoro aseguran que el riesgo a una suspensión de pagos es 'impensable', lo cierto es que los datos revelan que las finanzas de la primera potencia mundial se encuentran al borde del colapso.
El origen está en las fuertes rebajas de impuestos aprobadas desde el pasado verano y el incremento de los gastos derivado de la guerra contra el terrorismo y los grandes proyectos de defensa. Analistas públicos y privados calculan ya que el déficit alcanzará este año, al menos, los 100.000 millones de dólares (110.000 millones de euros), el doble de lo presupuestado.
El presidente de EE UU, George Bush, solicitó en diciembre al Congreso un aumento de la capacidad de endeudamiento de 750 millones de dólares (825 millones de euros). Pero la propuesta está atascada en ambas Cámaras, ya que ni los demócratas ni especialmente los republicanos quieren acudir a las elecciones de noviembre con una votación semejante como carta de presentación.
En su comunicado correspondiente al 17 de abril, el Tesoro aseguraba que el techo de endeudamiento no se alcanzaría hasta principios de julio. Pero los ingresos correspondientes al mes de abril han sido mucho menores de lo esperado y ha agravado la situación financiera.
Desde mediados de mayo, 'el Tesoro tendrá que utilizar una serie de mecanismos provisionales para evitar superar esos límites, como los que se utilizaron en el pasado'.
El Tesoro se refiere a los trucos contables que utilizó Robert Rubin al frente del Departamento en 1995 y 1996, como aplazar el pago de los intereses de la deuda a los fondos de pensiones de los funcionarios o suspender las reinversiones en el Fondo de Estabilización Cambiaria.
Con estas medidas de ingeniería financiera, el Tesoro sólo alarga su capacidad de financiación hasta el 28 de junio, cuando están programados, entre otros, diversos pagos a la Seguridad Social. Para hacer frente a esos pagos el departamento que dirige Paul O'Neill reconoce 'que deberá endeudarse por encima del límite presupuestario fijado'.
'El final de junio es realmente el final de la partida', admite el subsecretario del Tesoro, Peter Fischer.