El Santander achaca a Argentina el estancamiento del beneficio
El Santander Central Hispano justificó ayer en la nula aportación de Argentina a los resultados del primer trimestre el estancamiento del beneficio del grupo, que sólo subió un 0,34%, hasta 670,5 millones de euros. El consejero delegado, Alfredo Sáenz, aseguró, en cualquier caso, que la cifra está 'en la senda de sus objetivos anuales' e incluso mejora las expectativas.
El Santander Central Hispano presentó ayer un beneficio neto atribuido en los tres primeros meses del año de 670,5 millones de euros, con lo que prácticamente repite el obtenido en el primer trimestre de 2001, con una ligera subida del 0,34%. El banco atribuye el estancamiento tanto en el balance como en los resultados al efecto argentino, con una aportación nula hasta marzo, frente a los 56 millones de euros que consolidó el país en el primer trimestre de 2002. Sin esta penalización, el beneficio hubiera crecido un 9,6%, según sus cálculos.
Pese al resultado 'cero' de Argentina, la banca comercial en América sigue aportando un 34% al beneficio, tanto como la banca comercial en Europa (de la que la red minorista del SCH y la de Banesto representan el 80%). Gestión de activos y banca privada supone otro 8%; la banca mayorista global, un 11%; y las participaciones financieras e industriales, un 13%.
Así, el grupo ganó en Latinoamérica 389 millones de dólares, gracias, sobre todo, a Brasil y México, donde se registraron crecimientos del beneficio del 177,6% y 70,6%, respectivamente.
Pese a la delicada situación en Argentina, país que el banco podría abandonar en los próximos meses (ver información adjunta), Alfredo Sáenz aseguró que 'las ganancias del primer trimestre sitúan al grupo en la senda de sus objetivos anuales' y que 'nuestras perspectivas son ahora más optimistas que a principios de año.' No obstante descartó que 'por el momento' se vaya a variar la previsión de aumentar el beneficio un 10% para el ejercicio.
Tanto en beneficio atribuido como en la reducción anual de gastos, el Santander Central Hispano ha cumplido con la parte alícuota correspondiente hasta la fecha, según Sáenz, que presentó ayer la primera cuenta de resultados de la entidad desde su responsabilidad como consejero delegado. Así, obtuvo 670,5 millones de euros de beneficio de los 2.700 millones previstos para el año y redujo 146 millones de gasto, el 30% del recorte total de 500 millones estimado para el año. En cuanto a ratio de eficiencia y de solvencia, destacó que en sólo tres meses se supera lo previsto para el ejercicio entero. La idea era colocar el de eficiencia por debajo del 52% en el año y ya en marzo se situó en el 51%; y llevar el ratio BIS por encima del 12% y ya está en el 12,16%, aunque los recursos propios de primera categoría (TIER 1), siguen en el 8,02% de hace un año.
La mejora de las expectativas se fundamenta en un cambio de tendencia favorable en el negocio en España, en la fuerte reducción de costes y en la confianza de un mayor crecimiento de los ingresos en los próximos meses. Además, el beneficio se desaceleró el año pasado en el segundo semestre, lo que favorecerá el resultado de este ejercicio en términos comparativos.
Plan de ingresos
El grupo tiene previsto presentar antes del verano un programa, con horizonte a diciembre de 2003, para revitalizar los ingresos. Entre sus planes figura el de poner el foco en la explotación de la base de clientes, con un modelo de negocio basado en la vinculación y fidelización y en explotar márgenes y comisiones, tanto en España como en Latinoamérica, además de seguir maximizando ingresos con su cartera de participadas.
En esta línea, el Santander consiguió en abril 534 millones de euros en plusvalías, tras la venta del 23,5% del Grupo Dragados. Tras esta operación, las plusvalías latentes se sitúan en 2.500 millones de euros. Por el momento planea mantener en su cartera las llamadas participaciones estables, como Unión Fenosa, Vallehermoso, Urbis y Cepsa, y deshacerse de otras inversiones, como Vodafone, Auna y Ono, para cuya venta esperará el momento 'más apropiado'. En el primer trimestre obtuvo plusvalías por valor de 167,8 millones de euros por la desinversión en Société Générale (cuya participación queda en el 0,01% tras la venta del 1,50%) y la venta del 0,64% de MetLife. Vendió también un 1% de Commerzbank, hasta dejar su participación en el 3,72%, pero en este caso no obtuvo ingresos con la operación, que le supuso minusvalías.
Sáenz confirmó también que el banco se propone deshacerse de las actividades del portal financiero Patagon en Latinoamérica. 'O lo cerramos o lo vendemos a los socios actuales', explicó, para reconocer después que cualquiera de las dos opciones generará pérdidas al grupo, ya que el precio de venta será muy inferior al que pagó ( 540 millones de euros aproximadamente).
Entre las asignaturas superadas, Sáenz subrayó la de los costes. Después de muchos meses en los que este capítulo fue una auténtica obsesión para el presidente Emilio Botín, el nuevo consejero delegado afirmó ayer que 'los objetivos se están cumpliendo cómodamente'. 'Los costes están dominados y ya entran dentro de la rutina'. 'El gran reto ahora', insistió, 'es el crecimiento de los ingresos'.
Aun así, el grupo profundizará en el ahorro con la puesta en marcha de una plataforma tecnológica común entre el SCH y Banesto.
El consejero delegado explicó que la decisión de no excluir a Banesto de Bolsa y de lanzar una oferta pública de venta (OPV) se tomó para 'contentar' a algunos accionistas minoritarios del banco, 'que llevaban dando la matraca' los últimos tres años y nada tiene que ver con los rumores que apuntan a una fusión de Banesto con Bankinter o a la necesidad del grupo de obtener recursos para alguna operación estratégica.
Respecto a la evolución del balance, Sáenz destacó la favorable evolución de los productos de captación de ahorro en España. Explicó que el negocio de particulares va mejor que el de empresas, y en lo que se refiere al crédito, destacó el crecimiento de los hipotecarios, donde se gana cuota de mercado.