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Informática

El frenazo tecnológico continúa en 2002

Las dudas siguen en el aire. Todas las previsiones apuntan a que la inversión informática debía empezar a recuperar su ritmo de crecimiento en 2002, pero el primer trimestre del año no ha respondido a estas expectativas

Desde 1958 las inversiones de las empresas estadounidenses en ordenadores, software, sistemas de almacenamiento y equipos de comunicaciones nunca había sufrido una caída hasta el año pasado, cuando el gasto fue un 8,4% menor. Este llamativo dato hecho público por el Gobierno de EE UU refleja muy bien el fenómeno del frenazo tecnológico, provocado por un importante recorte de los presupuestos empresariales destinados a informática.

El sector de las tecnologías de la información, acostumbrado a crecimientos anuales de dos dígitos, ha sufrido una importante desaceleración. En España, el cambio de ritmo no ha sido tan brusco. Sedisi, la patronal del sector informático, calcula que la demanda de tecnologías de la información creció un 9% en 2001 frente al 16% de 2000. Esta cifra parece relativamente mala si se compara con la media de Europa, donde el gasto en tecnología sólo creció un 4,9%, y resulta aún mejor si se compara con la disminución del 1,8% en EE UU, según los datos de IDC.

Las lecturas que hacen los proveedores de sistemas y analistas sobre la situación española son contradictorias. Para unos, España ha salido airosa de la crisis; sin embargo, los efectos de la crisis todavía no se han hecho notar para otros. 'En EE UU puede que haya empezado a salir el sol después de la lluvia, pero puede que aquí todavía no haya llegado el chaparrón', opina Joaquín Oliveras, director de Sedisi.

'Todo parecía indicar que en 2002 se iba a producir una recuperación, pero todavía no se ve el futuro con claridad. Resulta complicado decir si el sector va a mantenerse o habrá una caída', sostiene Oliveras, que piensa que hay que ser cautos y esperar a tener los primeros datos de 2002 antes de lanzar las campanas al vuelo sobre una recuperación de la demanda tecnológica.

Lo cierto es que los principales analistas del mercado desde Merrill Lynch, Morgan Stanley o Gartner Group prevén una recuperación en 2002. IDC ha hecho sus cálculos y espera que el gasto mundial en productos y servicios informáticos aumente un 5,6% frente al endeble 1,1% de 2001.

Pero los síntomas del primer trimestre de 2002 no encajan con un reflejo de esta recuperación. Los resultados de las primeras firmas del sector son desconcertantes. Compañías como IBM y EDS, los principales proveedores de servicios informáticos, vieron cómo sus ingresos no cumplían con las previsiones de los analistas, hasta Microsoft decepcionó las expectativas de Wall Street al no obtener los beneficios previstos. Y eso que los negocios de software y servicios son las áreas que mejor se están comportando frente a la industria del hardware, que pasa por las mayores dificultades, con una caída de las ventas de un 9,2% y que se mantendrá en negativo (1,3%) en todo 2002.

Falta de optimismo

Las noticias del primer trimestre no parecen despertar grandes alegrías en el sector. 'Aún no hemos recuperado el ánimo de las corporaciones respecto sus inversiones en tecnología', decía Tom Siebel, presidente y fundador de Siebel, la compañía reina de los sistemas para la gestión de las relaciones con clientes a su paso por Madrid hace unas semanas, que también ha revisado a la baja sus cuenta de resultados. 'No creo que sobrevivan 100 de 200 compañías de software y hardware', opinó Siebel tajante, según recoge Bloomberg News.

Pero que no cunda el pánico. Los analistas puntualizan sus previsiones: los primeros signos de recuperación llegarán en la segunda mitad del año y los crecimientos por encima del 10% se harán esperar hasta el próximo año.

La crisis económica, endurecida por los atentados del 11 de septiembre; las expectativas especulativas creadas en torno a las puntocom; el retraso de la telefonía multimedia, y la aparición del euro han provocado un clima de desconcierto que ha llevado a las compañías a recortar sus costes y limitar sus inversiones en tecnologías. España no es ajena a esta situación. 'Desde mayo de 2001 se ha detectado que existen menos oportunidades de negocio. Las empresas están retrasando sus proyectos', comenta José Pedreira, director de Servicios de Integración y Consultoría de IBM.

Pero nadie en el mercado español habla de un parón en las inversiones, sino más bien de un cambio de actitud. El hecho de que la economía siga manteniendo un buen ritmo, y el consumo no se haya visto afectado por el momento, ha dado una bolsa de aire a las proveedores tecnológicos en España.

'Tenemos un buen crecimiento tanto si se compara con Europa como si se hace a otros sectores económicos', apunta Emma Fernández, directora de Estrategia Corporativa y Marketing, que se muestra muy optimista. 'Lo que ha cambiado es la actitud de las compañías, que están en una actitud de espera y que no quieren comprometerse con contratos a largo plazo. Se toman decisiones en el día a día', comenta. Esta es una experiencia que comparten todos sus competidores, que coinciden en señalar en que hay proyectos en marcha pero mucho más conservadores. 'No se buscan tecnologías innovadoras, sino soluciones a los problemas diarios', reflexiona Jaime García, consultor de IDC.

Los proyectos relacionados con negocios digitales, desarrollos webs o personalización prácticamente han desaparecido. La mayoría de los contratos que surgen hablan de mejorar las sistemas existentes para obtener una gestión más eficaz y recortar costes. 'Los proyectos que siguen encima de la mesa buscan soluciones para mejorar los procesos de negocio y la optimización de arquitecturas de manera que se traduzcan en una mejor gestión a corto plazo y en ahorros en el día a día', comenta Pedreira de IBM.

El comportamiento descrito por IBM corresponde a las grandes empresas capaces de modular mejor las crisis, pero las organizaciones más pequeñas parece que realmente se han olvidado de comprar informática en los últimos meses. Además, algunos sectores están muy escarmentados después de haber invertido en proyectos y tecnologías que resultaron muy costosos y de los que no han obtenido ningún resultado. La tecnología WAP es uno de los mejores ejemplos, pero también se habla de sistemas de gestión de clientes que están desaprovechados o los mercados digitales que pretendían unir las cadenas de valor de distintas empresas.

'Las telefónicas han pecado de un exceso de capacidad tecnológica para la que luego no ha habido una demanda', comenta Antonio San Agustín, socio de Accenture, que cree que las telecomunicaciones ha sido el sector donde el parón en el consumo de tecnología se ha hecho notar más en España. 'Hasta la primavera del año que viene no creo que recuperen el pulso', añade.

Los proyectos de las Administraciones públicas junto con los del sector financiero, que ha revisado sus presupuestos pero no los ha desinflado en exceso, son los que han salvado las cuentas del sector. La recuperación, aunque llegue un poco más tarde que en el resto del mundo, va a proceder de unos negocios muy concretos.

Por su puesto, todas las soluciones de seguridad han cobrado especial relevancia desde el 11 de septiembre. De hecho, las proveedores especializados en seguridad no han notado un descenso de la demanda pues las empresas están reforzando no sólo la protección de los equipos, sino que además buscan fórmulas para descentralizar sus sistemas de modo que puedan continuar trabajando en caso de catástrofes.

Pero a más largo plazo, la popularización de la banda ancha levanta las mejores expectativas en cuanto a las oportunidades de negocio. 'Va a suponer la creación de nuevos productos y servicios, especialmente con todo lo relacionado en la integración de distintos dispositivos móviles', defiende San Agustín. En este sentido, Sedisi hace especial hincapié en la labor del Gobierno para extender el uso de Internet y las nuevas tecnologías entre toda la población y califica de fundamentales proyectos como Internet para todos.

Otra de las áreas de negocio que está despertando, en estos tiempos en los que prima el ahorro, es el outsourcing o servicios de externalización. 'El ceder la administración y gestión de los sistemas a otra compañía es una de las mejores herramientas para reducir costes y aquí sigue habiendo grandes oportunidades de negocio', sostiene Pedreira, responsable de la división de servicios de IBM.

Indra está de acuerdo en esta visión y asegura que sus ingresos procedentes de este tipo de servicio han aumentado un 30%. 'Los clientes quieren proyectos en los que se obtenga un retorno de la inversión a corto plazo y quieren compartir los riesgos. En Indra estamos experimentando con distintos contratos de outsourcing que están obteniendo excelentes resultados', asegura Fernández.

El otro motor que puede devolver la alegría al crecimiento de este sector son los sistemas de gestión de relación con los clientes, los conocidos por sus siglas en inglés como sistemas CRM. En España, el 43% de las empresas ya tiene implantado un sistemas de CRM, según un estudio de la Asociación Española de Marketing Relacional y la Federación de Comercio Electrónico y Marketing Directo, pero los usos de estos sistemas han cambiado de perspectiva. 'El interés de las empresas por conocer a sus clientes es una constante, pero ahora se quiere identificar a los más rentables y a los que mayor valor aportan', señala San Agustín de Accenture.

Más tecnología no es igual a más productividad

 

El retorno de la inversión se ha convertido en el principal requisito que las compañías están reclamando a sus proveedores a la hora de firmar un contrato. Las empresas están más preocupadas que nunca en saber cuándo y cómo amortizarán sus inversiones en tecnología.

 

 

 

 

 

 

 

Por eso, la externalización de la gestión y mantenimiento de sus sistemas es una de las áreas que sigue creciendo con los ritmos a los que está acostumbrado el sector. Un fenómeno que está tomando fuerza hasta en España, país que normalmente se ha mostrado reticente a este tipo de servicios.

 

 

 

Muchas compañías están viviendo cierto desengaño tecnológico después de haber gastado mucho dinero para iniciarse en el mundo digital, que hasta ahora no les ha reportado lo que esperaban.

 

 

 

Sedisi y la consultora DMR publicaron este año un estudio en el que se llega a una curiosa reflexión: es necesario traspasar un determinado umbral de informatización para que la inversión en tecnología resulte rentable.

 

 

 

'Este umbral depende del sector y del tamaño de la compañía, pero si no se alcanza un número mínimo de ordenadores y un grado en la intensidad en el uso de los de sistemas, el gasto que se haya realizado no se va a traducir en una mayor productividad', defiende Oliveras, director general de Sedisi.

 

 

 

Este informe surgió de la idea de demostrar la teoría de que cuanto más intensivas son las compañías en tecnologías, estas resultan más competitivas. 'Este axioma que se ha demostrado en la banca, seguros o en las propias empresas tecnológicas, no siempre se ha traducido en todos los sectores', asegura Oliveras. En un futuro próximo, Sedisi y DMR publicarán las principales conclusiones de su estudio en este área.

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