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Stelios Haji-Iaonnu

'Mi pasión es crear negocios, no el poder'

Stelios Haji-Iaonnu, de 35 años, fundador de la aerolínea barata EasyJet, ha anunciado que abandonará la presidencia de la firma en 2003. 'No tengo interés en calentar sillas presidenciales, mi pasión es crear nuevos negocios', explica

La pasada semana Stelios Haji-Iaonnu anunció que el próximo año abandonará la presidencia de EasyJet, la aerolínea europea de vuelos baratos que este emprendedor con pasaportes griego y británico lanzó hace siete años. La decisión está en parte motivada por la presión de los inversores, que no ven con buenos ojos que la gestión esté en manos de alguien que tiene cerca del 28% de las acciones de la empresa (entre él y su familia poseen el 58%) y prefieren una persona más independiente. Y también porque prefiere dedicar su talento al lanzamiento de nuevas ideas. Stelios, a secas, que es como le gusta que se le llame, iba para magnate naviero como su padre, un multimillonario armador griego. Podía haberse limitado a ejercer de rico, pero le gusta demasiado la aventura y el riesgo como para seguir pasos marcados. Y en vez de optar por el glamour, prefirió crear negocios baratos con su marca Easy. Con sólo 35 años, su fortuna personal, gran parte de ella amasada con la salida a Bolsa de EasyJet, se estima en 1.100 millones de euros. Muchos se preguntan si EasyJet seguirá siendo la misma después de su marcha. Su imagen está tan ligada a la marca como el chillón logo naranja de la firma. Contemplada en sus comienzos como una línea aérea para estudiantes y mochileros, hoy cuenta con 40 rutas europeas, transporta ocho millones de pasajeros al año, tiene una capitalización de 2.300 millones de euros y su modelo de negocio es envidiado por gigantes como British Airways.

Pregunta. Ha sido una sorpresa el anuncio de su abandono de la presidencia de Easyjet en un momento en que la compañía sólo daba buenas noticias a los inversores. Y más si se compara con la difícil situación de rivales como British Airways.

Respuesta. No tiene nada que ver con resultados. Es una decisión meditada, que ha coincidido con el deseo de los accionistas de preferir alguien que fuera más independiente de la firma. Además, soy más un emprendedor que un gestor. Mi verdadera pasión es transformar buenas ideas en negocios rentables, no el poder. Crear una empresa necesita unas cualidades diferentes que las que se precisan para gobernar una gran corporación. Y a mí lo que me da adrenalina es lo primero. La City está llena de fundadores de compañías que se aferran a sus creaciones durante demasiado tiempo y acaban ahogándolas. Y no quería cometer el mismo error. Pero voy a seguir siendo accionista de EasyJet, aunque iré vendiendo parte de los títulos para financiar nuevos proyectos. Necesito vender parte de mi pasado para invertir en mi futuro.

P. ¿A qué se va a dedicar ahora?

R. Seguiré al frente del resto de compañías EasyGroup. Desde que hace siete años decidí lanzar EasyJet, he creado una nueva empresa por año, agrupadas en el holding EasyGroup, que explota media docena de negocios que van desde los cibercafés (EasyInternetCafé) al alquiler de coches (EasyCar), la comparación de precios en la web (EasyValue) y las finanzas personales (EasyMoney). Todos con Internet como telón de fondo. Ahora estoy madurando entrar en áreas nuevas con EasyCinema, que permitirá adquirir entradas de cine baratas si se compran con antelación, y EasyDorm, una cadena de hoteles asequibles para jóvenes.

P. La gente identifica el éxito de EasyJet con Stelios, ¿cree que continuará siendo el mismo tipo de compañía, con la misma filosofía y principios cuando usted se vaya?

R. Desde que EasyJet salió a Bolsa hace un año y pico, la gestión del día a día está en manos del consejero delegado, Ray Webster. Y Ray está en la aerolínea desde sus comienzos. Además, el futuro presidente, Colin Chandler, va a estar trabajando conmigo hasta que me vaya en 2003. Así que creo que la firma quedará en buenas manos y que los principios de la filosofía Easy, que comparten todas las empresas del grupo, basada en el buen precio, la sencillez, la fiabilidad y una estructura de gestión plana y abierta, se mantendrá.

P. ¿Qué le sedujo del sector aeronáutico? Su familia viene del negocio naviero.

R. Hace siete años, el mercado de la aviación europea estaba dominado por monopolios (o ex monopolios) que vivían a costa del mercado corporativo, es decir, de la gente que viajaba con billetes pagados por las empresas y no con el dinero de su bolsillo a precios desmesurados. Vi que había una gran oportunidad de renovar todo el proceso de negocio y ser más rentable que los viejos dinosaurios.

P. ¿En qué consistió esa renovación?

R. En diseñar un modelo más eficaz y directo, sin intermediarios. Las ventas se realizan a través de Internet, con lo que se elimina a las agencias de viaje del proceso y las comisiones. Tampoco se emiten billetes, ni se da comida a bordo, se vende. Y la capacidad de los aviones se aprovecha al máximo. Además, nuestras rutas son sólo europeas y no exceden nunca los 1.500 kilómetros. El abaratamiento de los costes nos permite ofrecer precios mucho más bajos. Con esta estrategia hemos logrado en el último ejercicio un beneficio de 65 millones de euros, mientras gigantes como British Airways o Lufthansa anunciaban grandes pérdidas echándole toda la culpa al 11 de septiembre, cuando lo que ocurre realmente es que su estructura de costes no es competitiva.

P. ¿Qué lecciones cree que deben aprender las grandes aerolíneas de las compañías de vuelos baratos?

R. El crecimiento de pasajeros de EasyJet, un 39% el último año, muestra claramente que lo que los usuarios quieren en trayectos cortos es un asiento a buen precio. Para un vuelo de una hora o dos, nadie, ni siquiera los viajeros de negocios, necesitan Business Class, salas VIP, limusinas o todo ese tipo de parafernalia que puede hacer que los vuelos sean dos o tres veces más caros que los de EasyJet. Hasta British Airways está ahora intentando imitar nuestro modelo en sus vuelos europeos.

P. ¿Qué hace cuando no trabaja o piensa en nuevos negocios?

R. Navegar, los barcos son otra de mis grandes pasiones.

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