El IFO sorprende con un descenso en abril
IFO de abril en Alemania: 90,5; previsión: 92,1; anterior: 91,5 (R-)
El índice IFO de confianza empresarial en Alemania ha truncado en abril la senda de recuperación iniciada el pasado mes de noviembre con un descenso de un punto (se revisa a la baja el dato anterior) que, en todo caso, mantiene el índice en máximos de un año. Ambos componentes han contribuido a este descenso, aunque ha sido la rúbrica de expectativas, que ha protagonizado una espectacular recuperación en los meses previos, la que en mayor medida contribuye este registro.
En lo que respecta a la rúbrica de condiciones actuales, su descenso corrige totalmente la recuperación del mes pasado, posponiendo la recuperación anticipada por el componente más adelantado del índice.
Aunque en las últimas semanas el precio del petróleo ha dado síntomas de mayor estabilidad, el temor a una recuperación ralentizada o, en el peor de los casos, frustrada por el encarecimiento de la energía podría haber influido en esta corrección del IFO, al moderar el optimismo acerca de una fuerte salida de la recesión atravesada por la economía alemana en 2001.
Asimismo, la conflictividad que están presentando en determinados sectores las de las negociaciones salariales en curso (la falta de acuerdo en el Metal ha llevado a los sindicatos a amenazar con movilizaciones) y las perspectivas de que los acuerdos finalmente firmados incorporen subidas algo superiores a las de años previos es un factor que habría contribuido a esta evolución del IFO.
En todo caso, tras la fuerte recuperación protagonizada por las expectativas empresariales (que todavía se encuentran en máximos desde mediados de 2000), este descenso se encuentra acorde con un escenario de recuperación que, hasta la fecha, todavía se está produciendo a un ritmo muy lento en la economía europea. La debilidad que mantiene la rúbrica de condiciones actuales, que, pese a estabilizarse, todavía no ha iniciado la recuperación anticipada por el componente más adelantado, respalda este escenario.
En este sentido, no pensamos que el retroceso del IFO en abril introduzca cambios significativos en las perspectivas de recuperación que mantenemos para la economía alemana y europea en 2002, constituyendo más bien una corrección de un optimismo excesivo acerca de la fortaleza de la salida de la crisis.