Rato pide por carta a Monti que rectifique el reglamento de venta de automóviles
Rodrigo Rato, vicepresidente económico del Gobierno, ha escrito una carta al comisario europeo de la Competencia, el italiano Mario Monti, a quien solicita cambios en el reglamento sobre la distribución de automóviles en la línea que proponen los fabricantes.
Rato asume parcialmente la oposición de las empresas del automóvil al proyecto de Bruselas, que pretende introducir más competencia en el actual modelo de venta de coches en redes oficiales controladas por las marcas.
Según fuentes conocedoras de la carta, que no se ha hecho pública, el ministro de Economía plantea a Monti que reconsidere dos de las medidas emblemáticas de su plan liberalizador: la abolición de la cláusula de localización (que protege a un concesionario de la instalación en su zona de un competidor de la misma marca) y la desvinculación entre venta y posventa (al permitirse a los concesionarios subcontratar los talleres).
Estas dos medidas habían sido rechazadas por los representantes del sector en España y por las asociaciones europeas de fabricantes (ACEA) y vendedores (Cecra), que en sus últimos contactos no lograron hacer cambiar de opinión al comisario. La industria rechaza que cualquier concesionario pueda ofrecer vehículos en cualquier punto de la UE y también la aparición de empresas especializadas en vender coches sin ofrecer servicios propios de mantenimiento y reparación.
La industria del automóvil había hecho una tercera petición a Rato, no atendida por éste, para poner límites a la venta de distintas marcas en un mismo establecimiento, por ejemplo exigiendo una formación diferenciada al vendedor de cada firma.
Los Gobiernos francés y, sobre todo, alemán han sido hasta la fecha los más beligerantes contra el plan de Monti. El nuevo reglamento, o 'bloque de exención', según la jerga de Bruselas, sustituirá al vigente, que expira a finales de septiembre, y es competencia exclusiva de la Comisión Europea, por lo que no puede ser vetado por un país. Una comisión del Parlamento Europeo confirmó ayer su respaldo al proyecto, que califica de 'valiente'.