El Ibex pierde el nivel de principios de año por el cerrojazo bancario en Argentina
La crisis argentina está en pleno auge. La decisión que tomó el Banco Central el viernes de cerrar por tiempo indefinido las operaciones bancarias y cambiarias ha desatado de nuevo una oleada de ventas en los valores con mayor exposición en el país.
BBVA, SCH y Telefónica, que habían iniciado la semana pasada una fuerte recuperación, retrocedieron el 2,02%, 0,58% y 1,01%, respectivamente. El negativo balance de los pesos pesados dejó el índice con una caída del 0,68% en el día y por debajo del cierre de principio de año (8.363,5 puntos). En estos dos últimos meses y medio el Ibex ha intentado en seis ocasiones ser rentable sin conseguir mantener la situación por más de dos días.
Con todo, no fue el peor índice de Europa. Las caídas fueron del 1,50% en el caso del Dax, y del 0,42%, 1,20% y 1,02% para el Footsie, el Mitbel y el Cac. Las Bolsas europeas sufrieron con la nueva oleada de revisiones a la baja que hicieron algunas compañías de telecomunicaciones y telecos en sus beneficios o el anuncio de despidos masivos, como el de Ericsson. Las previsiones de los analistas con respecto a la recuperación del sector comienza, además, a debilitarse.
Y los próximos días van a seguir siendo claves para el desarrollo de los mercados. Por un lado, el Gobierno argentino se enfrenta a una semana caótica, llena de conflictos y de manifestaciones de los ciudadanos que rechazan la demanda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para aplicar en el país un nuevo y duro plan de ajuste de los gastos estatales.
El otro foco se centra en los resultados empresariales. AT&T, Exxon Mobil y AOL Time serán algunas de las empresas que publicarán el estado de las cuentas durante las próximas jornadas.
La evolución que tenga el petróleo también marcará el ritmo de los mercados. Los expertos temen que se mantengan los niveles actuales (por encima de los 25 dólares el barril), porque podría convertirse en un riesgo que retrasaría o enfriaría la recuperación económica.
Los analistas de Safei comentaban ayer que 'el alejamiento de las expectativas de próximas subidas de tipos y la falta de definición de los resultados empresariales podrían marcar un nueva semana de movimientos laterales en los índices, con alto componente de volatilidad, al calor además de los últimos acontecimientos políticos. En el mercado doméstico la atención volverá a centrarse en Argentina'.
José Luis Martínez, economista de Citigroup, se expresaba ayer en su análisis diario entre el optimismo y la cautela. 'La decepción de las reuniones del G-7 y el FMI ha sido importante. Sí a la recuperación económica, pero de tal forma matizada (y discutida) que casi parece que se esperan más problemas a corto plazo. Sin duda, dicha decepción se va a traducir en descensos en las Bolsas a corto plazo. Por contra, nos mantenemos optimistas para la evolución en los próximos meses'.
Ante tanto miedo e incertidumbre, el inversor final permanece ajeno a la renta variable. Ayer, en la Bolsa española se intercambiaron acciones por valor de 1.369 millones de euros; muy por debajo de la media de los últimos días; la mayor parte del dinero, entre el último tramo de la tarde, ya que el Ibex perdía un 1,22% media hora antes del cierre.
Las compañías que reunieron mayor número de ventas fueron las constructoras Dragados y ACS, que retrocedieron el 5,12% y 3,48%, respectivamente. Altadis, sin embargo, sumaba un 2,61% y se aproximaba de nuevo a la zona de máximo anual.
Sorprende el comportamiento que siguió Endesa. Ganó un 0,64% y se coló entre las mejores posiciones del Euro Stoxx 50.
Tecnológicas y 'telecos' lastran las Bolsas europeas
El sector tecnológico y de telecomunicaciones han iniciado una fuerte corrección. El primero de ellos ha perdido un 13% en las últimas tres sesiones y se ha situado en los niveles a los que cotizaba a finales de 1998.
Las telecomunicaciones van ligeramente peor en el año, ya que caen el 23,19% y se encuentran a tan sólo un 2% de las cotas más bajas alcanzadas en el ejercicio. La explicación de este descalabro no es otra que los resultados que están presentando las compañías.
Ayer, Ericsson anunció fuertes pérdidas en el primer trimestre, además de reconocer que no espera que la inversión en equipos de telecomunicaciones se recupere en el segundo semestre como pensaba hasta ahora. Las consecuencias más inmediatas es el recorte de 17.000 empleos. Una postura que seguía Lucent Technologies, que comunicó también que prescindirá de 6.000 trabajadores.
Worldcom añadía más presión tras anunciar que las ventas y los beneficios para 2002 estarán muy por debajo de las esperadas.
El combinado de las tres noticias presionó sobre las tecnológicas y las telecomunicaciones, que se dejaron un 5,62% y 2,78% de media en Europa.
Las Bolsas sucumbieron a tal comportamiento y cerraron a la baja, lastradas mayoritariamente por este tipo de compañías. Así, el Euro Stoxx 50 cerraba el día con bajada del 1,18% por Nokia (3,93%), Siemens (5,92%) y Deutsche Telekom (2,05%).
Frente a este comportamiento contrasta el que está siguiendo el Nasdaq. El índice tecnológico de referencia para el mundo mantiene el nivel anterior al atentado terrorista contra Estados Unidos.