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La Rioja

Eólicas de La Rioja invertirá 120 millones en cinco parques

La empresa Eólicas de La Rioja va a invertir 120 millones de euros en la construcción de cinco parques eólicos en la comunidad autónoma. Prácticamente la mitad de esta dotación ha sido ya ejecutada en los Parques Yerga I y Yerga II, en tanto que los tres restantes se prevé que inicien la actividad en 2003.

El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, inauguró ayer el parque eólico Yerga II, en el que Eólicas de La Rioja, participada por Iberdrola Diversificación y empresas e inversores locales agrupados en el consorcio Firsa, ha invertido 24 millones de euros. Las nuevas instalaciones incluyen 36 generadores, con una potencia unitaria de 850 kilovatios y una producción total anual de 74.633 megavatios.

Sanz adelantó que, según las previsiones efectuadas por el Ejecutivo autonómico, 'la construcción de los 16 parques eólicos proyectados en La Rioja [de los que tres se hallan ya en funcionamiento y otros nueve se espera lo hagan en 2003] supondrán una inversión global que se acercará a 600 millones de euros'.

En un plazo de 10 años se espera que las nuevas instalaciones aporten el 15% del total de energía consumida por La Rioja y el 85% del de eléctrica. Con ello se sobrepasa ampliamente el objetivo marcado por la Unión Europea, que cuantifica en un 12% el suministro energético procedente de fuentes renovables. La potencia total aportada por los 16 parques en 2010 se estima, según las previsiones del Plan Eólico de La Rioja, en 630.000 megavatios.

Pedro Sanz manifestó ayer que 'con las inversiones previstas, La Rioja pasará de autoabastecerse de energía a ser una potencia exportadora, a través de una industria que movilizará ingresos procedentes del exterior y contribuirá a mejorar sustancialmente la renta per cápita, al igual que sucede ahora con el vino o el calzado'.

El esfuerzo inversor que precisan los 16 nuevos parques proyectados por el Plan Eólico de La Rioja ha constituido un verdadero revulsivo para las entidades financieras, inversores particulares y, sobre todo, las pequeñas y medianas empresas de la comunidad autónoma. Para articular las inversiones, la Caja de Ahorros de La Rioja impulsó el consorcio Firsa, que considera el negocio eólico como uno de los principales resortes para impulsar el desarrollo económico regional. Este consorcio está adquiriendo participaciones en empresas que, al igual que Eólicas de La Rioja, se han hecho con adjudicaciones para la construcción de parques. Entre ellas destacan Dersa y Molinos del Cidacos. La primera gestiona el parque de Cabimonteros, en el sur de la provincia, con una potencia anual ya instalada de 134.263 megavatios, en tanto que la segunda construye el parque de Gatún, cercano al anterior, con una potencia futura de 130.394 megavatios.

La materialización de las inversiones previstas convertirá el viento en la principal fuente energética del corredor del Ebro, ya que a los planes de La Rioja se suman los que actualmente desarrolla Aragón, donde se prevé construir 70 parques eólicos en los próximos dos años.

Un maná para pymes y ayuntamientos

 

La construcción de los parques eólicos va a suponer un verdadero maná financiero para las pequeñas empresas y los ayuntamientos en cuyo territorio se ubicarán las nuevas instalaciones. El presidente del Gobierno riojano, Pedro Sanz, cuantificó ayer en torno a 1,2 millones de euros los ingresos anuales que percibirán, en concepto del reglamentario canon, las arcas municipales de cada una de localidades afectadas. Y ello sin contar los 900.000 euros adicionales que, por licencia de obras, corresponderán a los ayuntamientos más afectados.

 

 

 

 

 

 

 

Estos ingresos extraordinarios, además de garantizar la supervivencia de muchos pequeños municipios, supondrán un notable aliciente para la captación de pymes, atraídas por el gancho de convertirse en proveedores cercanos. Dos importantes subsectores de la economía riojana, los de máquina-herramienta y transformaciones metálicas, constituidos prácticamente en su totalidad por pymes, se perfilan como los beneficiarios más inmediatos del auge eólico. Las inversiones en energía eólica se calcula que pueden generar en torno al centenar de empleos en el conjunto de los núcleos rurales.

 

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