La UE quiere equiparar la protección de los autónomos a la de los asalariados
Poner en pie de igualdad el trabajo autónomo y el asalariado en materia de protección de la salud y seguridad laboral. Este es el punto de partida de una recomendación del Consejo de la UE a los Quince para que aumenten la protección del trabajo autónomo. En España, el grupo del PP en el Congreso rechazó a comienzos de mes una propuesta de CiU para equiparar el régimen de autónomos al régimen general.
La mayoría de los países de la UE establecen dos grandes categorías de trabajadores, el asalariado o trabajador por cuenta ajena y el autónomo o trabajador por cuenta propia. El primero está amparado por las directivas comunitarias en materia de salud y seguridad en el trabajo, no así el autónomo. Una situación que se repite en la normativa interna de muchos países de la UE. Para la Comisión Europea esta situación debe cambiar por lo que bajo su iniciativa, el Consejo ha elaborado una recomendación a los Quince. El objetivo es garantizar a los autónomos el mismo régimen de protección del que disfrutan los asalariados.
La eficacia de esta recomendación se verá en el plazo de cuatro años, el tiempo que el Consejo ha otorgado a los Estados miembros para que equiparen a ambos colectivos de trabajadores. Tras estos cuatro años, cada Estado deberá informar a la Comisión.
Sin embargo, en España, a comienzos de mes, el PP rechazó una propuesta de CiU, que contó con el respaldo del resto de las fuerzas políticas, para acercar el régimen especial de los trabajadores autónomos (RETA) en la Seguridad Social al régimen general. En esencia, se trataba de lograr que los autónomos disfrutaran de las mismas prestaciones sociales que los asalariados a partir de 2003.
Con la vista puesta en la protección social, el Consejo propone que cada Estado incluya a los autónomos en el ámbito de aplicación de su legislación sobre salud y seguridad en el trabajo. Y recomienda que se les garantice el acceso a una formación suficiente para obtener las cualificaciones adecuadas para la seguridad y la salud. Dicha formación no debe suponer para los autónomos cargas económicas disuasorias. Pero de lo que no habla la recomendación es de las prestaciones a las que podrían tener derecho los autónomos.
Sector de riesgo
Otra de las recomendaciones se dirige a garantizar la vigilancia de la salud de los autónomos aplicando el control y supervisión adecuados. Y es que, según el texto del Consejo, los sectores en los que más se concentran los autónomos son sectores de alto riesgo laboral como transportes, agricultura o construcción. A la luz de diversos estudios manejados por este organismo, aunque el índice de accidentes del trabajo de los autónomos es inferior a la media, el índice de accidentes mortales rebasa ampliamente dicha media.
A esto se suma tanto la evolución creciente del trabajo autónomo como la complejidad de la estructura del empleo. Muchas empresas están reduciendo su tamaño, lo que suplen subcontratando los servicios de microempresas y autónomos. Para el Consejo, esto genera nuevos problemas de seguridad y frena el mantenimiento de una cultura sólida de seguridad en las microempresas.
Aunque la no equiparación del autónomo al asalariado no es exclusiva de España, cada vez más países de la UE están empezando a otorgar mayor protección al trabajo autónomo. De hecho, para el Consejo, lejos de tratarse de una medida desmesurada, su recomendación está acorde con las iniciativas ya tomadas en países como Portugal, Irlanda, Dinamarca, Reino Unido o Suecia.
Y es que, como así ha señalado Miguel Rodríguez-Piñero, miembro del consejo asesor de Sagardoy Abogados, en Europa se está asistiendo a una progresiva 'laborización del trabajo autónomo' que se está convirtiendo 'en uno de los desafíos para el derecho del trabajo del siglo XXI'.