El Gobierno holandés dimite por sus errores en la defensa de Srebrenica
El Gobierno holandés, liderado por el primer ministro laborista Wim Kok, dimitió ayer en pleno al asumir toda la responsabilidad de la comunidad internacional en la matanza de la ciudad bosnia de Srebrenica en 1995.
'La comunidad internacional es anónima y no puede asumir la responsabilidad visiblemente. Yo sí puedo', dijo Kok en su intervención en el Parlamento. La reina Beatriz encargó inmediatamente al primer ministro que formase un Gobierno de transición hasta que el Ejecutivo resultante de las elecciones generales del 15 de mayo tome el poder. La dimisión se produce por la publicación de un informe del Instituto Holandés de Documentación de Guerra (NIOD) que revela la incompetencia de la Administración holandesa a la hora de defender a los refugiados musulmanes de Srebrenica.
El documento concluye que el Gobierno del cristianodemócrata Rudd Lubbers tomó, en 1993, 'a la ligera' la decisión de enviar a los soldados holandeses a una zona 'imposible de proteger'. Kok era entonces vicepresidente del Gobierno y ministro de Finanzas. Asimismo, el informe señala la responsabilidad política del Gobierno, que envió a los soldados sin las armas necesarias para defender a los 30.000 refugiados musulmanes de la ciudad bosnia y denuncia el hecho que la cúpula militar ocultó información durante años de lo que realmente había pasado.
La matanza tuvo lugar en julio de 1995, cuando Kok ya era el primer ministro. Las milicias serbobosnias lideradas por Ratko Mladic cayeron sobre la ciudad, cercana a la frontera con Serbia, que estaba defendida por 110 cascos azules holandeses pobremente armados. La ONU les asignó la protección de los refugiados musulmanes dentro de un 'área segura'. Los serbios tomaron la ciudad sin disparar un arma, expulsaron a las mujeres y niños musulmanes y más de 7.000 varones fueron asesinados.
Debate del informe
El director del NIOD, Jan Blom, mostró su sorpresa por la dimisión del Gobierno porque 'se han esgrimido argumentos a los que no se hace referencia alguna en el informe'. Blom insistió en que la renuncia de la Administración no debe ser una excusa para que el Parlamento eluda el debate sobre el informe.
Los sindicatos han celebrado la dimisión de Kok, que encabeza una frágil coalición compuesta por el partido laborista PvdA, el liberal VVD y el centrista D66. La oposición, favorita en las encuestas, desconfía del oportunismo electoral de la renuncia del primer ministro, que también aspira a presidir la Comisión Europea.