Quiero apura al máximo los plazos de la liquidación
Las posibilidades de que la televisión digital de pago Quiero encuentre comprador disminuyen cada segundo que pasa. El plazo para que el fondo de inversión Anshutz, el único que ha expresado públicamente su interés por la compañía, presentara una oferta terminó ayer, sin que los dueños de la compañía, el holding de telecomunicaciones Auna, recibiera comunicación alguna por parte de esta institución, según fuentes de la compañía.
Sin embargo, los accionistas de la plataforma se muestran reacios a colgar el cartel de liquidación y han decidido apurar al máximo los plazos legales. El próximo día 25 está convocada la junta extraordinaria que abordará la liquidación y los responsables han optado por aguardar hasta entonces a la espera de que se produzca el 'milagro', como lo definen fuentes cercanas a la operadora, y aparezca un comprador para Quiero.
Fuentes de los socios aseguran que la decisión de posponer la declaración oficial de cese de actividad se debe en parte a las presiones de accionistas minoritarios, que prefieren una venta al precio que sea a un cierre. En este contexto, todavía miran con esperanza a Telefónica, que presentó una oferta de contenidos que fue rechazada, y a la mediación del Gobierno. Otras fuentes, sin embargo, aseguran que la dilación se debe solamente a la necesidad de ajustarse a la legalidad, porque las expectativas de encontrar comprador a estas alturas son 'nulas'.
Junta extraordinaria
De una forma u otra, Auna tendrá que esperar a que la junta extraordinaria apruebe por mayoría simple la liquidación del negocio y sólo entonces podrá iniciar los trámites para resolver el contrato de concesión con la Administración, con la intención de devolver las frecuencias y obtener a cambio la devolución de los avales. Quiero tiene puestas todas sus esperanzas en un acuerdo que le permita recuperar los 30 millones de euros presentados como garantías en el concurso.
A la espera de que se tome esta decisión, Quiero sigue aligerando sus estructuras para llegar a ese momento lo más saneada posible. Las negociaciones con los acreedores para obtener una quita del 30%, que según algunas fuentes ha subido ya al 50%, continúan y ya ha comenzado el ajuste de personal en algunas áreas.
La plantilla directamente dependiente de Quiero, unas 200 personas, sigue en sus puestos y no ha recibido ninguna notificación de la compañía, aseguran fuentes cercanas a la empresa. Dichas fuentes, sin embargo, señalan que los recortes en otras áreas ya han comenzado. Así, 200 personas de las 400 que forman el personal del centro de atención telefónica (call center) y que dependen de una subcontrata han sido ya despedidas. Además, ayer mismo recibieron la carta de despido otros trabajadores, también dependientes de un proveedor externo, del servicio técnico del call center. Según las mismas fuentes, la fecha de extinción establecida en estas misivas es el 30 de abril.