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Junta de accionistas

Alierta se compromete a estudiar la vuelta al dividendo el año próximo

La continuada caída bursátil y las peticiones de accionistas y analistas han terminado por inclinar la balanza. El presidente de Telefónica, César Alierta, prometió ayer que el consejo estudiará el año que viene cambiar la política de remuneración al inversor y reinstaurar el dividendo o la recompra de acciones, siempre que la caja de la operadora no se destine a adquisiciones. Porque Telefónica sigue interesada en crecer, tanto en Europa como en Latinoamérica, pero de manera selectiva y rentable. Mientras, en Argentina la crisis parece haber tocado fondo, según Alierta.

Los años de ampliaciones liberadas pueden estar llegando a su fin en Telefónica. Han sido siete emisiones de títulos gratuitos, más las que se aprueben para este año, pero la continuada caída bursátil, las exigencias de los inversores y la capacidad de generación de caja de la operadora han intensificado la presión para el regreso de una remuneración dineraria a los accionistas.

El anterior presidente de Telefónica, Juan Villalonga, artífice de la cancelación del dividendo, ya prometió que Telefónica reconsideraría en 2003 volver a pagar a sus accionistas. Esta declaración se realizó en marzo de 2000, con unas perspectivas de crecimiento que habían dejado de requerir grandes inversiones.

La fecha que maneja ahora Alierta para replantearse la remuneración al accionista es, también, 2003. 'El consejo siempre ha aplicado lo que consideraba la mejor remuneración para los accionistas', aseguró el presidente de Telefónica en la rueda de prensa previa a la junta de hoy, 'y las ampliaciones gratuitas son un factor de crecimiento importante', añadió. 'Sin embargo, si pensamos que es mejor alterar la política de remuneración, lo haremos. El consejo estudiará el año que viene volver a pagar dividendo o instaurar un programa de recompra de acciones'. La única condición es que la caja de Telefónica no se destine a adquisiciones.

La caída bursátil es una de las razones que han llevado a este cambio de opinión. El año en que Villalonga suprimió el dividendo, las acciones subieron un 52,2% y el ejercicio siguiente, 1999, lo hicieron un 104,1%. Pero desde entonces y afectada por la crisis del sector los descensos han sido consecutivos, con caídas del 29% en 2000 y del 11% en 2001. En lo que va de año, Telefónica pierde un 16,6%.

Salud financiera

La posición financiera de la empresa también ha contribuido al replanteamiento. Telefónica generará 33.000 millones de euros de flujo de caja operativo hasta 2005, una cantidad suficiente para dejar a cero la deuda. La intención de Alierta, con todo, no es ésa. 'Estamos cómodos con nuestro nivel de endeudamiento y no aspiramos a tener el mejor rating de los posibles'.

Descartada la reducción de deuda como destino de estos fondos, la siguiente posibilidad son las adquisiciones. Telefónica sigue interesada en crecer, tanto en Europa como en Latinoamérica. Pero toda compra será selectiva, con la vista puesta en la prudencia y en la rentabilidad de la adquisición, Telefónica tendrá que tener la gestión, la comprada deberá aportar potencial de crecimiento y, finalmente, tendrá que ser complementaria.

El presidente de Telefónica aseguró que estarán muy pendientes del posible proceso de reestructuración de las telecomunicaciones en Europa, aunque ésta puede retrasarse y ser 'complicada'. Otro objetivo es Latinoamérica. Los países prioritarios son Brasil y México, pero la operadora estudiará todas las oportunidades que se presenten.

Los requisitos para que una posible adquisición se convierta en real son exigentes y, como demostró el casi nulo movimiento de Telefónica en 2001, muy difíciles de cumplir. Así que si la operadora no encuentra una o varias compras importantes que realizar este año, se replanteará volver a remunerar de forma dineraria a sus accionistas para compartir el flujo de caja que se genere.

La selectividad de las adquisiciones bajo el mandato de Alierta es un hecho si se tiene en cuenta que la compra de la operadora celular mexicana Pegaso es la única de mediana envergadura que el presidente podrá explicar hoy a los accionistas. Después de un año y medio de negociaciones, Telefónica firmó un acuerdo de intenciones con ella en marzo. El cierre definitivo de la operación se producirá a finales de este mes o a principios de mayo.

El presidente de Telefónica no pudo dejar de referirse a uno de los principales problemas de la operadora, Argentina. A su juicio, la situación parece haberse estabilizado, como confirmó el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, recién llegado del país austral. A la espera de que termine la renegociación de las tarifas telefónicas, Abril aseguró que se está tocando el fondo de la crisis y que, aunque no mejora, tampoco se está deteriorando. 'Los negocios se están estabilizando; los tráficos, también, y en marzo hemos cobrado más que en febrero', aseguró. Sí reconoció que las previsiones de crecimiento a cuatro años anunciadas en Sevilla se verán afectadas por la caída del peso.

En tono distendido y a preguntas de los periodistas, Alierta y Abril defendieron la buena marcha de su relación y la confianza que tiene cada uno de ellos en las capacidades del otro. Con todo, Abril no pudo dejar de añadir que los rumores que apuntan a lo contrario le molestan.

La unidad de contenidos coordinará la producción del grupo

 

 

 

 

 

 

 

 

César Alierta reiteró ayer la apuesta de la compañía por los servicios de banda ancha como medio para seguir creciendo y destacó el papel que tendrá en esta tarea la nueva unidad central de contenidos de banda ancha. El presidente de Telefónica dijo que esta unidad de contenidos, cuya creación fue anunciada el pasado mes de marzo en Sevilla, tendrá un 'coste cero' para la operadora, ya que su misión será 'coordinar la producción' de contenidos que están realizando todas las compañías del grupo y en todos los formatos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En este sentido, estimó que la nueva unidad corporativa, a cuyo frente estará Kim Faura, no supondrá una intromisión en la labor de Admira, filial de medios del grupo, según informa Europa Press. 'Se trata de potenciar la creación de contenidos', insistió. En esta línea, apostó porque Endemol se convierta en líder de producción de contenidos no sólo en los formatos tradicionales, sino en el área de contenidos de banda ancha. El grupo Telefónica prevé alcanzar un total de 100 millones de clientes en 2004. De ellos, 13 millones serán clientes de banda ancha -una de las grandes apuestas del grupo-, 4,5 millones serán clientes de ADSL y los 8,5 millones restantes accederán a servicios de banda ancha a través de telefonía móvil con GPRS y UMTS.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sobre la plataforma de televisión digital Quiero TV, César Alierta indicó que el grupo Telefónica mantiene a diario 'cientos de negociaciones' y que con Quiero TV 'no se llegó a un acuerdo final por diferencias económicas'. El presidente de Telefónica señaló que dentro del grupo son 'conscientes' de la concentración de plataformas digitales que se está produciendo en diversos países europeos. Pero no entró a valorar si esto puede producirse en el mercado español, donde si se confirma el cierre de Quiero, se mantendrán las dos plataformas vía satélite, es decir, Vía Digital y Canal Satélite Digital.

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