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Coyuntura

El BCE teme que una nueva crisis energética retrase la recuperación económica del área

El Banco Central Europeo manifestó ayer que pese a que los últimos indicadores de confianza auguran un aumento de expectativas de recuperación económica, 'la considerable subida de los precios del petroleo' podría retrasar esta recuperación.

Pese a ello, el BCE en su último boletín mensual de abril sigue sosteniendo que el actual nivel de los tipos de interés es 'el adecuado para el mantenimiento de la estabilidad de precios a medio plazo'.

Sin embargo, el banco europeo también admite en su informe que los datos de inflación de la zona euro son en la actualidad más elevados de lo esperado hace algunos meses -en parte por el aumento de los precios del petróleo-. Y aunque mantiene que el IPC se situará por debajo del 2% en los próximos meses, 'su descenso podría ser menos pronunciado de lo previsto, y durante el curso de este año podría sobrepasar ligeramente el nivel esperado con anterioridad'.

En este escenario, el BCE señala que las perspectivas de evolución de los precios dependen fundamentalmente de la moderación salarial, no sólo para contener los riesgos de la estabilidad de precios, sino también para fomentar el crecimiento del empleo.

La negociación salarial

Además, el banco vuelve a mostrar su 'preocupación' en relación con las negociaciones salariales que se están llevando a cabo en los Quince en la actualidad.

En opinión del BCE, las políticas fiscales de la eurozona también pueden contribuir a controlar las tensiones inflacionistas. En este punto, la autoridad monetaria hizo un llamamiento a los Estados miembros que aún mantienen desequilibrios presupuestarios para que respeten los compromisos de equilibrio adquiridos entre 2003 y 2004.

Asimismo aprovecha para recomendar a los Quince que se tomen la recuperación económica prevista como 'una excelente oportunidad para intensificar los esfuerzos dirigidos a la aplicación de reformas de gran alcance relativas al gasto y a los ingresos públicos, así como a los mercados de trabajo y financieros'.

Por todo ello, recuerda a los Estados de la UE que deben proseguir con la estricta aplicación de los objetivos de Lisboa ratificados en Barcelona.

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