Eutanasia y financiación, escollos en las conclusiones de la cumbre
La mención o no de la eutanasia y la financiación de los problemas que acarreará el envejecimiento poblacional son los dos de los principales puntos que obstaculizaban ayer el consenso entre los más de 1.500 delegados de todo el mundo que asisten desde el lunes a la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento organizada por la ONU, en la elaboración de un plan de acción sobre este asunto.
En primer lugar, el Grupo de los 77 -que agrupa a los países en vías de desarrollo de Asia, África y América Latina- y China se oponen a que en el documento final aparezca cualquier referencia, aunque sea velada, a la eutanasia.
Por ello, exigen que el borrador en el que se trabaja explique con mayor concreción su referencia a la 'atención paliativa', algo que a su juicio puede interpretarse como un beneplácito a la citada práctica.
Como alternativa, el Grupo de los 77 propone que se defina esta 'atención paliativa' como 'el cuidado total y activo de los pacientes cuya enfermedad no responde a tratamientos curativos, principalmente controlando el dolor y otros síntomas y ofreciéndoles apoyo psicológico y social'.
Fuentes del Gobierno español interpretaron esta insistencia del G-77 como un arma arrojadiza de los países pobres contra Occidente, ya que sólo Oregón (EE UU) y Holanda han aprobado la eutanasia.
Este grupo también defiende que el plan de acción incluya compromisos concretos de financiación de ayuda al colectivo de mayores, algo en lo que tampoco hay un consenso claro.