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Escándalo contable

Aznar niega ante la dirección del PP que conociera los fondos secretos

El escándalo de las cuentas ocultas del BBVA ocupó ayer varios apartados en los informes que presentaron por separado ante el comité ejecutivo nacional del PP su presidente, José María Aznar, y su secretario general, Javier Arenas. El primero sostuvo ante la dirección de su partido que el Gobierno careció de información sobre los fondos secretos, al tiempo que amenazó con 'contestar' a quienes sostengan lo contrario, algo que considera una 'calumnia'.

Los informadores se quedaron con la curiosidad de saber con precisión a qué se había referido exactamente el presidente a puerta cerrada cuando advirtió al equipo de dirección de su partido que respondería convenientemente a quienes mantengan que el Gobierno conocía desde hace tiempo la existencia de las cuentas secretas del BBVA. El secretario general del PP, Javier Arenas, no les sacó de dudas. ¿Están hablando de querellas?, preguntó un periodista. 'No quiero ir más allá en el día de hoy', aseguró. 'Ya veremos en el acontecer del futuro lo que nos marca', comentó.

En su informe sobre actualidad política, Aznar defendió que ningún miembro del Gobierno tuvo conocimiento alguno de las cuentas abiertas por la citada entidad bancaria en paraísos fiscales. Quien afirme lo contrario incurre en una calumnia y 'le vamos a contestar', advirtió. La versión sobre la intervención del presidente fue ofrecida a los informadores por Javier Arenas, quien también abordó en su informe este caso y sus repercusiones políticas.

Aznar añadió a la dirección del PP que la única responsabilidad del escándalo recae sobre los directivos del banco que recurrieron a estas prácticas. Su conocimiento, dijo, ha provocado en el Gobierno una 'desagradable sorpresa y el rechazo' a una actuación 'que nunca debió producirse'.

La premisa de que el Ejecutivo ha permanecido en todo momento al margen de este escándalo sirvió al secretario general del PP para advertir que en estos momentos no se plantea la inhibición del secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga, en la investigación del caso. El alto cargo sustituyó a Enrique Giménez Reyna en septiembre pasado tras estallar el escándalo de Gescartera. Entre 1992 y 1997 se encargó del área internacional de la asesoría fiscal del BBV, etapa durante la que se creó un entramado de sociedades en torno al banco Privanza, filial de la entidad vasca, que está siendo investigado por la Audiencia Nacional por la presunta gestión de patrimonios ocultos en paraísos fiscales.

Tono serio y contundente

Según fuentes del PP, el tono que empleó Aznar cuando se refirió a la cuentas secretas del BBVA fue 'serio' y 'contundente'. Su informe no fue escuchado por el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, quien no asistió a la ejecutiva por encontrarse en unas jornadas de Bolsa. Tampoco acudieron el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, ni el ministro de la Presidencia, Juan José Lucas. Del equipo económico sí participó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el portavoz de economía del PP, Vicente Martínez Pujalte. Ningún miembro de la ejecutiva pidió aclaraciones ni al presidente ni al secretario general sobre sus respectivos informes.

Rato responderá hoy en el Congreso a una pregunta del portavoz de economía del PSOE, Jordi Sevilla, sobre el momento en que el Gobierno conoció las cuentas opacas del BBVA. El vicepresidente segundo declaró ayer a un grupo de periodistas que la auditora Arthur Andersen no cometió irregularidad alguna en el certificado de veracidad de las cuentas de esta entidad durante los años en que mantuvo los fondos ocultos. 'Si estas cuentas no estaban en el balance del banco, por definición no se conocían', señaló el ministro, informa Efe.

'No se trata de una acusación de enriquecimiento ilícito, sino de unas partidas de dinero que desde hace 13 años estuvieron fuera del balance del banco', precisó Rato, para quien ello no implica 'una pérdida de calidad ni solvencia' de la entidad.

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