Un rincón de Inglaterra olvidado por el tiempo
Pocos ingleses han contemplado los bucólicos valles de Shropshire. Un idílico emplazamiento donde disfrutar la historia y la típica campiña inglesa
Shropshire es un lugar en el corazón de Inglaterra que parece haberse quedado estancado en los años cincuenta del siglo pasado. A sólo tres horas y pico por carretera desde Londres, la inmutabilidad de Shropshire (el nombre antiguo de condado o comarca era shire) se debe, a buen seguro, a la falta de una conexión por autopista, innecesaria en una región que no sirve de lugar de paso a ninguna ciudad importante del país.
A la pregunta, ¿conoce usted Shropshire?, el inglés medio suele encogerse de hombros y responder con una vaga referencia a la superconocida balada melancólica Un chaval de Shropshire de Alfred Housman, quien por cierto nunca vivió en el condado. A lo sumo le sonará el nombre del pueblo de Ludlow, una joya arquitectónica de caserones blancos con vigas de roble exteriores, que conserva el sabor de su época gloriosa del siglo XVIII, cuando fue uno de los centros del mundo del comercio de la lana.
Ludlow, conocido como el perfecto pueblo histórico, tiene casi 500 edificios monumentales de protección oficial, entre viviendas particulares, iglesias y su magnífico castillo, construido en el siglo XI para defender a Inglaterra de los invasores celtas de Gales.
Ludlow cuenta con uno de los pocos mercados al aire libre que quedan en Inglaterra. Cada lunes, viernes y sábado la plaza en frente del castillo se llena de puestos que sirven de escaparate para los quesos, fiambres, chocolate, mermeladas y otros productos típicos de la región. El domingo se celebra en la misma plaza el mercado de antigüedades. El río Teme, que discurre casi por el centro del pueblo, ofrece la posibilidad de alquilar embarcaciones a remo para disfrutar de una vista distinta de la campiña inglesa.
Pero Ludlow, paso obligado para cualquier visitante a Shropshire, ofrece mucho más que su laberinto de calles empedradas, su castillo medieval y un inconfundible sabor a glorias pasadas. El pueblo se ha convertido hoy en día en uno de los principales escenarios gastronómicos de Inglaterra. Como prueba de la prosperidad de esta región, Ludlow cuenta con nada menos que tres restaurantes con categoría Michelin.
Unos 15 kilómetros al norte se encuentra Bishop's Castle, un pueblo de 1.500 habitantes con uno de los más célebres pubs de Inglaterra, The Three Tunns, un lugar ubicado en un edificio del siglo XVI clasificado como patrimonio nacional y que además fabrica su propia cerveza, un manjar casero tan puro que se pueden encontrar granos de lúpulo en el fondo de una pinta. Aquí nada de máquinas tragaperras ni música ambiental, sólo los aldeanos apiñados en la barra con sus perros de caza dormidos a sus pies. Bishop's Castle ha ganado fama últimamente como uno de los nuevos centros de cultura alternativa, donde las tiendas de cristales mágicos y la funeraria psicodélica hacen un contraste vivo con los agricultores que llevan su ganado a la feria del pueblo.
Campiña inglesa
Tanto Ludlow como Bishop's Castle sirven de puntos de partida idóneos para el senderismo por el Long Mynd o las agrestes Stiper Stones, siendo ambas las caminatas más clásicas de la comarca. Las sendas atraviesan la típica campiña inglesa, con su colorido suave y melancólico, tan distinto de los amarillos y azules chillones del Mediterráneo. Lo destacable es que aquí se encuentra uno de los poquísimos lugares del país donde el caminante pueda dar un giro del 360º sin que su vista quede obstaculizada por una sola casa o carretera. Es en Shropshire donde la palabra rural recobra su sentido de siempre.
Quizá resulta un tanto irónico que el idílico emplazamiento de Shropshire haya sido también la cuna de la Revolución Industrial del siglo XVIII. El pueblo de Ironbridge es hoy todo lo que queda de un pasado de forjas y talleres de maquinaria, donde se puede todavía apreciar el primer puente de hierro del mundo. Ironbridge ofrece una amplia gama de atractivos turísticos, desde su museo de azulejos hasta las primeras fundiciones de Inglaterra.
Shrewsbury, en el norte del condado, es un pueblo que juega a ciudad y cuenta con conexión por ferrocarril directa desde la estación londinense de Euston. Entre los muchos productos típicos a la venta en la zona peatonal, se encuentran tiendas especializadas en jabón artesanal, los extravagantes sombreros de señora, juguetes victorianos, ositos de peluche antiguos y artículos de decoración art decó. Los jardines y la fauna de los bosques de Shrewsbury sirvieron de laboratorio de aprendizaje para el joven biólogo Charles Darwin, hijo predilecto del pueblo.
Localización
Cómo ir: El condado de Shropshire se encuentra a unos 100 km al oeste de la ciudad de Birmingham, tocando frontera con Gales. Desde Londres, hay que tomar la autopista M-40 que enlaza con la M-42 (dirección oeste) unos pocos kilómetros antes de llegar a Birmingham. Desde allí se sigue la carretera a Bromsgrove y después a Kidderminster, que lleva directamente a Ludlow. En total, unas tres horas desde la salida de Londres.
Alojamiento: En Ludlow, el hotel The Feathers (44 1584 875261), un encanto del siglo XVI con habitaciones especiales que disponen de camas con dosel. La tarifa de una habitación doble para un mínimo de dos noches son 195 euros con desayuno inglés incluido. Una alternativa aun más acogedora son los bed & breakfast (cama y desayuno). The Firs (44 1588 672511) es un lugar altamente recomendable. Es una casa rural a 15 km al norte de Ludlow en medio de la campiña, a donde se llega por una carretera vecinal. La habitación doble con baño completo y un abundante desayuno inglés incluido cuesta 82 euros la noche. También dispone de un chalet con cocina y plazas para cuatro personas, a partir de 325 euros por semana.
Comer: En Ludlow, el restaurante Mr Underhill's (una estrella de Michelin) es uno de los mejores de la región (Dinham Weir, 44 1584 874431). También con una estrella de Michelin son The Merchant House (Lower Corve Street, 44 1584 875438) y Hibiscus Restaurant, 44 1584 872325). Para una comida más sencilla, o para tomar el té inglés de las cuatro, el lugar más tradicional es De Grey's, 5-6 Broad Street, 44 1584 872764.