El director general de Microsoft renuncia por problemas con Ballmer
Belluzo, quien llegó a este cargo para tratar de reformar la estrategia de gestión de una empresa férreamente controlada por el consejero delegado, Steve Ballmer, y el presidente, Bill Gates, abandona su puesto por problemas con el primero de ellos.
Oficialmente, el trabajo desarrollado por este ejecutivo, que dice que va a dedicarse a un proyecto empresarial propio, había llegado a su fin al reorganizar en cierta medida la estructura a la cabeza de la compañía. Poco antes de anunciar su partida, el propio Belluzo aseguró que se habían concedido más responsabilidades a mandos intermedios, por lo que su propia posición resultaba redundante.
Sin embargo, la mayoría de los analistas asegura que ha sido el choque de estilos entre las filosofías de empresa mantenidas por Belluzo y Ballmer lo que ha puesto fin a la carrera de este ejecutivo en Microsoft. Belluzo lo admitió en su despedida. 'Steve y yo tenemos diferentes estilos. Tenemos a un conejero delegado que apenas delega, pero que quiere hacer cambios y luego estoy yo, con una posición difícil en este sentido. Es duro', ha admitido Belluzo, quien estará en la compañía hasta septiembre para terminar su trabajo.
Algunos analistas han señalado su preocupación ante el hecho de que ni Ballmer ni Gates han podido trabajar con terceras personas. En concreto, la renuncia de Belluzo viene precedida por la salida de otro número tres de la compañía, Bob Herbold, que no pudo cambiar las reglas de decisión impuestas en el fabricante de software.
El propio Steve Ballmer dijo, sin embargo, que estas lecturas sobre la salida de Belluzo no eran apropiadas porque los cambios que este ejecutivo había sugerido se iban a implementar, lo que muestra que la empresa está en el camino del cambio en este sentido.