La afiliación a la Seguridad Social crece la mitad que hace un año
El ritmo de crecimiento del número de cotizantes a la Seguridad Social, aunque mantiene su aumento, crece la mitad que hace un año. Así, en marzo de 2001 el registro de afiliación crecía un 4,8%, frente al 2,5% registrado el pasado mes en tasas interanuales. Sin embargo, este dato se vio compensado por las contrataciones de Semana Santa, que hicieron que el número de afiliados se incrementara en marzo 90.194 cotizantes, una media de 2.910 trabajadores más al día.
La Seguridad Social sigue gozando de buena salud, tal y como le gusta decir a sus responsables, si bien el último dato del mes de marzo indica que el ritmo de crecimiento anual del número de cotizantes ha seguido disminuyendo hasta el punto que, en la actualidad, el registro de afiliados crece la mitad que hace un año.
En marzo de 2001, los cotizantes a la Seguridad Social aumentaban a un ritmo del 4,8% (714.144 afiliados más en un año), mientras que en marzo pasado la tasa de crecimiento interanual se redujo al 2,5%, con 397.845 cotizantes más. Lo mismo ocurrió en el régimen general (al que pertenecen ocho de cada 10 afiliados), que experimentó en marzo de 2002 un crecimiento interanual del 3,1% frente a un avance 6,1% registrado hace un año
No obstante, este freno en el avance del registro de la Seguridad Social no ha impedido que el mes de marzo pasado fuera excelente para la afiliación, fundamentalmente gracias al tirón de la contratación generado por la Semana Santa, sobre todo en el sector servicios.
Así, en marzo el número de cotizantes aumentó 90.194, hasta alcanzar un total de afiliados al sistema de 15.927.125 ocupados, marcando un nuevo récord en la serie histórica. El Gobierno confía en conseguir su objetivo de consolidar a finales de este año los 16 millones de afiliados.
El avance de marzo, que se situó claramente por encima del crecimiento medio en este mes durante los últimos 17 años, en los que el registro aumentó una media de 60.664 afiliados, supuso también que el número de cotizantes creciera una media de 2.910 afiliados más cada día.
La temporada de Semana Santa contribuyó decididamente a generar este buen dato. Esto se observa en el aumento de 60.024 ocupados en el sector del comercio y la hostelería, un 2,19% más que en febrero. El resto de sectores que registraron aumentos de afiliación fueron la agricultura, con 11.496 afiliados más, 3% más; el sector de la educación y actividades sanitarias, que creció 11.113 ocupados, un 1,09% más, y otras actividades sociales, que aumentaron su número de cotizantes 6.384 personas, un 1,11% más .
Caída en la construcción
No obstante, se observa un preocupante descenso de afiliación en el sector de la construcción, que es considerado como uno de los principales motores de la economía y en el que el número de cotizantes disminuyó un 0,55%. Otro de los sectores indicativos de la marcha de la economía, el de la fabricación de bienes de equipo, se mantuvo estancado en marzo.
Las mujeres y los inmigrantes siguieron incrementando de forma significativa su presencia en el sistema.
Así, el número de mujeres ocupadas inscritas en la Seguridad Social aumentó en los últimos 12 meses un 4,35%, casi el doble que el sistema en general y más del doble que la afiliación masculina, que creció un 1,4% en ese mismo periodo. De esta forma, a finales de marzo había un total de 9.776.489 varones y 6.135.863 mujeres inscritas en la Seguridad Social.
Igualmente, los trabajadores extranjeros ascienden ya a 675.410 personas, de las cuales los inmigrantes procedentes de fuera de la UE superan ya el medio millón (508.832) y los 166.578 restantes son ciudadanos comunitarios.
Las comunidades de Baleares y Murcia fueron las que registraron mayores aumentos de afiliación en marzo, un 4,5% y un 1,23% más que en febrero, respectivamente.
Tras presentar estos datos, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, barajó ayer distintas posibilidades para reformar es sistema de protección por desempleo, entre las que citó mantener parte de la prestación a los parados que acepten un empleo con retribuciones inferiores a dicha prestación; incluir nuevas bonificaciones empresariales para este colectivo de desempleados, y la creación de desgravaciones fiscales en el marco de la nueva reforma del IRPF.