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Seguridad

Ciberdelitos, robos muy reales

La Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil recibe una media de 50 denuncias diariasLa Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil recibe una media de 50 denuncias diarias

En Internet casi todo es virtual; sin embargo, los delitos son muy reales. La dificultad para identificar al interlocutor que está al otro lado de la Red y los entramados tecnológicos han permitido la proliferación de una variada gama de hurtos, timos y robos. El Departamento de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, ubicado dentro de la Unidad Central Operativa, está encargado de perseguir las transgresiones realizadas a través de Internet. Se creó en 1996 y en aquel entonces les llegaban dos correos semanales a uco@gcivil.mir.es, su dirección virtual. Hoy reciben del orden de 50 denuncias diarias. 'En realidad son pocas personas para los delitos que se pueden dar a través de la Red', declara el sargento Pastor, portavoz de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. La mayoría de estas denuncias están relacionadas con la prostitución infantil. Pero también las hay de carácter económico.

En la Guardia Civil se conocen estos delitos por varias vías. La primera es la notificación anónima que les llega a través de Internet y que si finalmente el afectado pretende que tenga validez como denuncia debe personarse para firmarla. La segunda es una denuncia formal en las dependencias de la Guardia Civil. La tercera es la comunicación de la autoridad judicial. La última forma de detectar el delito es la propia investigación del subgrupo de la unidad que se dedica a rastrear en Internet. Como dicen entre ellos, 'patrullando en la Red'.

El Departamento de Delitos Telemáticos no tiene ni personal ni tiempo para investigar hurtos de menos de 30.000 pesetas, los más frecuentes. En estas ocasiones, se pone el caso en conocimiento de la comandancia donde se haya cometido el delito para que ellos inicien las diligencias.

Varios son los sistemas que se utilizan para realizar hurtos o robos en Internet. Un teniente de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil resalta algunos de los más audaces.

Línea 906 Data de 1999, año junto a 1998, en el que más delitos se dieron. Un británico y un argentino, desde Marbella, hicieron un mailing masivo a cientos de miles de personas anunciando que eran una empresa y que habían procedido al cargo en 'su tarjeta de crédito' por la entrega de un falso pedido valorado en 75.000 pesetas. Igualmente comunicaban que ese correo servía como recibo de garantía y que si se tenía alguna duda se podía llamar a su departamento de atención al cliente. En realidad, el número de teléfono que ofrecían se trataba de un 906 situado en Chile, aunque estaba disimulado para que no pareciese un número de pago. El que llamaba oía la voz de un contestador automático que le dejaba en espera con el consiguiente gasto de teléfono. El dinero iba a parar a una cuenta en Gibraltar.

Envío de correos a través de otra empresa Es un delito de gente ya muy experta y conocedora de informática. Se cuelan a través de la Red dentro de un ordenador e instalan un robot (software automático) en el sistema informático de una gran empresa con la orden de enviar miles de correos, un mailing masivo. Escogen grandes empresas con un potente ancho de banda. Actualmente, cuando es más barato contratar un ancho de banda, ha remitido este uso fraudulento, aunque todavía se hace. Localizan los casos por las denuncias de las empresas afectadas por estos artilugios.

Línea 900 con ordenador para contestar Conocido en la argot como wardialer, es una operación muy novedosa y compleja. Muy utilizado por su anonimato. Con un programa automático se escanean líneas 900 de grandes empresas (gratuitas para el que llama ya que paga la empresa) para detectar si al número 900 hay conectado un ordenador encargado de atender las consultas. Con técnicas de pirateo acceden al ordenador y una vez que lo controlan hacen desde él actividades delictivas. Entre otras empresas, se han visto afectadas Microsoft, Toshiba y Novartis. Además de aumentar los costes telefónicos de las empresas, puede perjudicarlas en su base de datos y en su imagen.

Precios de Andorra Hace cuatro años, una persona se dedicó a enviar correos a las news (tablones de anuncio en la Red) diciendo que vendía material informático a precios de Andorra. Solicitaba el número de tarjeta de crédito para que realizasen los pagos. A los cinco días varias personas llamaron a la Guardia Civil denunciando que no habían recibido el artículo. Se le detuvo en Málaga con 10 millones de pesetas. Además utilizaba el número de las tarjetas para comprar material informático en una empresa de Tres Cantos.

Operación Gloria Se trata de un persona de Algeciras que ha sido detenida en varias ocasiones tanto por la Guardia Civil como por la Policía a Nacional. Se dedicaba a realizar compras a través de Internet utilizando fraudulentamente los datos de tarjetas de crédito. El material robado lo vendía, a su vez, en una tienda virtual de su propiedad.

Entidades financieras Los ladrones acceden a los servidores que los bancos utilizan para las gestiones con sus clientes. La Guardia Civil ha tenido conocimiento de varios ataques, pero las entidades no han querido denunciarlos por mantener un imagen de seguridad, corriendo con el coste de los robos.

Conectarse a Internet con un falso 906 Camuflan un número 906 con el fin de que se instale en los ordenadores de tal forma que cada vez que el internauta afectado se conecta lo haga a través de un costosísimo 906. En algunas páginas web ofrecen la descarga de un programa informático y en realidad lo que se descarga es un sistema que se conecta a un 906. Se han dado casos de recibos telefónicos millonarios.

Las tarjetas de crédito, una puerta para delinquir

 

La forma de pago mediante tarjeta de crédito es como declara un mando de la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil una puerta abierta a los delincuentes.

 

 

 

 

 

 

 

'No están preparadas para el comercio por Internet, ya que se pensaron para compras físicas mediante el control de la firma y la autenticidad de la identificación mediante el DNI'. Y termina con una consejo clásico pero ineludible: 'Nunca hay que fiarse de los comercios desconocidos, de precios dudosos. Hay que saber si la empresa que vende existe de verdad y nunca caer en las gangas'.

 

 

 

Miguel Braojos, responsable en España de Entrust, empresa especializada en la seguridad en Internet, incide en lo mismo.

 

 

 

 

 

 

 

'En la Red el problema es que no hay identidades establecidas, por lo que hay que reorganizar los sistemas de confianza'. Con este fin están trabajando conjuntamente con la policía para crear un DNI que va a estar provisto de un microchip que permitirá identificarse a través de la Red. En verano se probará en una ciudad española y a partir del año que viene se empezará a repartir.

 

 

 

 

 

 

 

Pero hasta entonces, la tarjeta de crédito sigue siendo el pago preferido en la Red y muy peligroso para muchas tiendas virtuales. En definitiva, lo único que se pide es el número de la tarjeta y la fecha de caducidad. Algo muy sencillo de obtener para los delincuentes.

 

 

 

Weblisten.com, empresa de venta de música a través de la Red lo sabe bien. Jaime Bernabe, director de marketing, declara que a los seis meses de iniciar la actividad, el 52% de los pagos era repudiado. 'De la investigación se concluyó que los números de tarjetas eran obtenidos a través de boletos del pago en establecimientos tradicionales (restaurantes, gasolineras, etc.) una vez firmados por el cliente donde figura el número de tarjeta y la fecha de caducidad, únicos datos exigidos en las pasarelas de Internet', declara Bernabe.

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