Duhalde duda si debe mantener la libre flotación del peso, tras la fuerte caída
El Gobierno argentino prepara un paquete de medidas para frenar la depreciación del peso, pese a que en las dos últimas jornadas la divisa ha recuperado parte del terreno perdido frente al dólar.
El peso cerró ayer a 2,9 unidades por dólar, ligeramente por encima del día anterior, pero a costa de que el Banco Central pagara tipos del 90% para colocar letras a 15 días en el mercado por importe de 48 millones de dólares (54,7 millones de euros).
Entre las medidas actualmente en estudio, el Gobierno analiza incluso la vuelta a un tipo de cambio fijo, para poner fin a las presiones que el alza del dólar introduce sobre los precios y, con ello, la amenaza que supone para la reactivación. El abandono de la libre fluctuación del peso contaría con la oposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), que la próxima semana enviará una nueva misión a Buenos Aires.
Otra alternativa, ya barajada con anterioridad, sería ligar el peso a una canasta de divisas, que incluiría el dólar, el euro y el real brasileño. Lo que está descartado, según fuentes del Gobierno, es la dolarización de la economía como ayer reclamaba Financial Times en su editorial.
El paquete de medidas sería anunciado durante el fin de semana e incluiría, además, propuestas para mejorar la recaudación fiscal y devolver la estabilidad a los precios de los productos de primera necesidad.
Las reformas impositivas se traducirían, básicamente, en un alza de impuestos para los exportadores y un nuevo gravamen para las exportaciones de gas licuado de petróleo, actualmente exentas de la retención del 20% aplicada a las ventas petrolíferas en el exterior. Las empresas petroleras ya han expresado su rechazo al Ejecutivo.
El Ministerio de Economía insistió ayer en la necesidad de mejorar la recaudación estatal, dada la enorme cuantía del capital argentino colocado en el exterior. Según sus datos, los argentinos tienen fuera del país 106.000 millones de dólares (120.840 millones de euros), lo que equivale al 76% de la deuda externa argentina.